El fin de fiesta de Stefano Gabbana y Domenico Dolce durante la presentación de su colección en Milán
El fin de fiesta de Stefano Gabbana y Domenico Dolce durante la presentación de su colección en Milán - EFE
MODA

Dolce & Gabbana abogan en defensa de la diversidad y la «mujer real» en la pasarela

Los ecos de su elocuente desfile milanés resuenan sobre la polémica de los castings

Madrid Actualizado: Guardar
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En pleno debate sobre los procesos de selección de modelos para las mejores firmas, en los que se habla de exclusión por motivos de raza o de peso, en Dolce & Gabbana volvieron a romper moldes en su último desfile milanés con un elenco de personas de físico y procedencia variopintos, a menudo alejados de los clásicos cánones estéticos. Una idea estupenda que ya tardaba en cuajarse.

Dominik, Daniella y Alessandra, las hijas de Andy García
Dominik, Daniella y Alessandra, las hijas de Andy García - EFE

Acudir a los desfiles, ya sea en Nueva York, Milán, París o Londres, supone presenciar cómo hordas de chicas con un peso extremadamente bajo y un porte de más de metro ochenta se pasean entre bambalinas con aire de indiferencia y, a veces, de tristeza. Hay que reconocer que en la Semana de la Moda de Madrid, donde es la propia organización la que selecciona a las modelos, esto no ocurre.

Pero, en los últimos días, se ha lanzado la acusación contra algunas marcas de no utilizar a maniquíes de ciertas razas, una afirmación quizás poco exacta, aunque no muy alejada de la realidad.

Y hete aquí que la firma italiana Dolce & Gabbana elige para su desfile a personas de los cinco continentes y de toda raza, procedencia y religión, con un alto porcentaje de chinas, árabes y de color. Lejos de suponer una dificultad, el bellísimo físico de quienes participaron favoreció una colección que no fue más que una mezcla de prendas inspiradas en temporadas anteriores, muy características de la marca.

Andrea Dellal, acompañada por sus hijas Alice y Charlotte Olympia
Andrea Dellal, acompañada por sus hijas Alice y Charlotte Olympia - EFE

El desfile, llamado «El renacimiento de la moda», no solo carecía de modelos anoréxicas, sino que incluía a mujeres voluminosas, como las hijas del actor Andy García: Dominik, Daniella y Alessandra Garcia-Lorido, siendo esta última una de las modelos de tallas grandes más famosas del mundo. Las personas de color estuvieron representadas incluso en parejas con niños pequeños, como Sofia Richie, hija del cantante Lionel Richie.

Los D&G, que saben vender su marca, invitaron a la primera fila a Pamela Anderson, Rene Russo y Christie Brinkley, que aplaudieron sin cesar al ver a sus vástagos desfilar. La familia Dellal estuvo casi al completo: la matriarca y exmodelo Andrea Dellal y sus hijas, la diseñadora de zapatos Charlotte Olympia y la top Alice. También desfilaron otros hijos de celebridades del cine y la música, como Destry Allyn Spielberg; Sistine Stallone, Sonia Ben Ammar, Renee Stewart, Gabriel Day-Lewis, Rafferty Law, Hailey Baldwin o Anais Gallagher.

La aristocracia estuvo representada por Olympia de Grecia y sus primas-hermanas, Isabel Getty y Talita Von Furstenberg, aunque no faltó Lady Kitty Spencer, sobrina de la Princesa Diana. Incluso, personas de 40 y 50 años poblaron la pasarela, como sucedió con Jennifer Tilly o Francesca Lazzari, madre de la modelo Vittoria Ceretti, un dúo madre-hija con el que se cerró el desfile.

Estrellas de las redes

Además, Stefano y Domenico contaron con sus tops más icónicos: Blanca Balti–que preside sus campañas publicitarias desde hace años–, Sarah Snyder o Luka Sabbat. Tuvieron en cuenta todo, porque no se les escapa un detalle, e incluyeron a estrellas de las redes sociales como Aimee Song. Y no olvidaron añadir a it girls de pata corta, a alguna asiática de poca estatura, a chicas excesivamente pálidas o a participantes poco agraciadas en general. Todo real, como la vida misma, con un fabuloso fin de fiesta en ebullición, que más bien parecía una boda en la ONU.

Lo cierto es que esta política de desfiles llenos de diversidad física, cultural y social están marcados por una intención inicial del «haz el bien y no mires con quien», aunque la realidad es que este mero propósito funciona como la mano invisible en la economía liberal, consiguiendo que fluya la riqueza. El apoyo a todas las razas y procedencias, edades y sexos, se convierte así en parte de la esencia de la marca Dolce & Gabbana, dotándola de un aspecto moderno y filantrópico que consigue el triunfo entre prensa y público, y las ventas masivas a todas las que quieran participar en futuras ediciones. En Dolce & Gabbana tienen buen ojo para la fiesta, el comercio y el futuro.

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