Doda Miranda y Athina Onassis
Doda Miranda y Athina Onassis - EFE

Doda Miranda demanda a Athina Onassis para recuperar sus inversiones

El jinete brasileño quiere el dinero que ganó en premios y patrocinios

São Paulo Actualizado: Guardar
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Lo llaman «el divorcio del caballo de Troya», por contar entre sus protagonistas con la rica heredera griega Athina Onassis (32 años) y con el jinete brasileño Doda Miranda (44), quien insiste en estar más interesado por sus corceles que en la fortuna de su ex.

Doda acaba de presentar en un tribunal de su país una demanda contra Athina, amparado por la abogada Priscila Corrêa da Fonseca, célebre por sus éxitos disolviendo matrimonios millonarios. El nuevo proceso se suma al de la demanda de divorcio que Athina inició en Bélgica en febrero del pasado año. En este país ambos tenían su residencia oficial. A la nieta de Onassis la representa el abogado norteamericano Robert Cohen, apodado en EE.UU.

como el «pitbull de los divorcios».

El nuevo capítulo de la disputa coincide con la puesta en venta de la mansión de Athina en Wellington (Florida), por poco más de 3 millones de euros. Se trata de la casa donde los guardaespaldas de Athina aseguran haber pillado a Doda en la cama con otra mujer. El jinete insiste en que no existe ninguna prueba de que le fuera infiel.

«Solo quiero recuperar lo que es mío: el dinero de mis premios y patrocinios. Dicen que pretendo la mitad de su fortuna, pero no se trata de eso. Me casé con Athina con separación total de bienes y fue una elección mía. Solo quiero mis premios y los caballos de mi hija (Viviane, de 16 años). Incluso renuncio a mis propios caballos. Quiero recuperar lo que gané con mi trabajo», ha dicho Doda al periodista Amaury Jr, famoso columnista social en la televisión brasileña y jefe de Denize Severo, la actual pareja del jinete.

En medio de esa disputa, Miranda se precipita en los puestos de cola del ránking hípico internacional desde que dejó de concursar con sus caballos, ocho en total, que adquirió durante los once años de convivencia con Athina; entre ellos, Cornetto K, con el que compitió en los Juegos de Río. «Todos los caballos estaban a mi nombre y al de la empresa que dirigía yo. Estoy pidiendo una restitución», ha declarado también el jinete al portal de noticias «Globo». «Todo lo que es mío está dentro de esa empresa y no puedo acceder. Ella (Athina) toma decisiones incluso por encima de las resoluciones judiciales», reclama el brasileño.

El pasado mes de mayo, Doda consiguió que la Justicia belga le permitiera entrenar con Cornetto K de cara a los Juegos, pero en diciembre Athina logró, en segunda instancia, que se le bloqueara el acceso al caballo. Ahora Athina ha vendido a Cornetto K al italiano Alberto Zordi y sus guardaespaldas impiden a la joven Viviane que monte sus caballos en el centro de entrenamiento de Valkenswaard (Holanda). Mientras, en Brasil la representante legal de Doda reclama el acceso de este a los caballos de la pareja y a sus equipos deportivos, que se encuentran en ese centro ecuestre que ambos construyeron juntos.

El jinete también busca una indemnización por haber sido destituido como director de la empresa holandesa Victory AD Sport Horse, que fundaron juntos, para administrar sus negocios hípicos. Además, Doda reclama lo que invirtió en dicha entidad en los últimos seis años: 10 millones de euros, ganados en premios y patrocinios.

La caja de Pandora

Para probar el origen de los fondos, la abogada de Doda ha pedido que se abra el secreto bancario de las finanzas e inversiones de Athina en Bélgica, Holanda y Brasil. Se trata de un patrimonio de 3.000 millones de euros. Es la baza de Doda para «ablandar» a su exmujer y podría convertirse en una nueva caja de Pandora.

Fuera del campo de batalla judicial, Doda asegura sentirse feliz junto a la bella Denize Severo, con quien ha rehecho su vida. «Conocer a Denize, el pasado octubre, fue un regalo de Dios», ha declarado el jinete sobre la modelo.

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