Una cena en el primer restaurante nudista de París

Según sus propietarios, O’Naturel, en el distrito XII, nace para sacudir el aburrimiento a la ciudad

La sala del restaurante durante la cena O’Nature
Juan Pedro Quiñonero

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¿Último chic parisino? Ir a cenar sin esmoquin, sin corbata, sin chaqueta, sin camisa, sin pantalones, sin vestido, sin braguitas, sin calzoncillos... A pelo, desnudo y desnuda, en el primer restaurante naturista de la capital de Francia. Mike y Stéphane Saada , los hermanos gemelos que acaban de poner en marcha O’Naturel, explican de este modo su propuesta: «En Francia hay más de dos millones de nudistas y en París existen varios sitios donde se reúnen para hablar de sus cosas. En Londres se abrió hace años un restaurante naturista, con gran éxito. Pensamos que era un buen momento para hacer lo mismo. Estudiamos el negocio, hicimos las correspondientes consultas legales y decidimos embarcarnos en nuestro barrio de nacimiento, el distrito XII». Ellos dicen que cumplen a rajatabla la legislación vigente: «Se debe entrar vestido o vestida. Los clientes se desnudan en un reservado, donde pueden guardar su ropa. El móvil está prohibido . Los asientos están adaptados con cubiertas de plástico, que se usan una vez y se tiran, con objeto asegurar el confort y la higiene. Y la cosa marcha. Incluso tenemos familias naturistas enteras».

La sala del restaurante antes de su apertura O’Nature

Los hermanos Saada han diseñado una cocina adaptada al perfil de sus clientes: hay un menú vegetariano y un menú tradicional . El menú clásico, de dos platos y postre, cuesta 49 euros; el de un único plato y postre, alcanza los 39 euros. Entre las entradas figuran legumbres cocidas con pimiento de Espelette, caracoles con crema de ajo y puré de perejil, foie con patatas y peras, salmón con zanahorias o ensalada de langosta, entre otras menudencias. Entre los platos principales la carta propone cordero, merluza de la casa, pollo asado con trufas y polenta, vieiras en emulsión de soja y arroz con verduras del tiempo. Como postres, O’Naturel ofrece minestrone de frutos exóticos, pera con chocolate y pimientos rojos, helado de mandarina o limón verde, crema tostada o flan de la casa. En la carta de vinos destacan varios champanes clásicos -a 90 euros la botella-, así como tintos y blancos respetables -de 20 a 70 euros-.

Chic y bohemio

En la rue de Gravelle, en el distrito XII, O’Naturel se encuentra en este antiguo barrio proletario camino de transformarse en barrio «bobó» -burgués bohemio- , con cierta vida nocturna de rompe y rasga, a dos pasos del Marais -barrio chic y adinerado, con flecos de la vieja bohemia-, y cerca de la plaza de la Bastillal. Su decorado mínimalista, en blanco, azul y rosa, intenta adaptarse a una clientela cosmopolita, que es atendida por un personal joven, vestido con pulcritud estricta (como Dios manda). En la cocina está prohibida la promiscuidad naturista : la legislación exige que la tropa cocinera respete las rigurosas normas de higiene.

O’Naturel solo abre en horario de tarde-noche, cinco días a la semana. Los hermanos Saada confían en el éxito de su aventura: « El París clasicote aburre hasta las ovejas. Hay poca oferta nocturna. La gente joven busca nuevas cosas, nuevas experiencias. Nuestra clientela es muy diversificada, pero el denominador común es tener un espíritu muy abierto ».

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