Cayetano Martínez de Irujo
Cayetano Martínez de Irujo - LUCÍA GÓMEZ MECA

Cayetano de Alba: «Este último año he llorado mucho y ahora quiero divertirme»

El duque de Arjona, que ha presentado las carnes de la Casa de Alba, deja atrás una de las peores etapas de su vida. «Estoy bien», asegura

MADRID Actualizado: Guardar
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Ha querido el destino que el mismo día en que Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, abría en Sevilla las puertas de la Casa de las Dueñas en un acto público que contó con representantes de la vida política andaluza, su hermano Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona, presentara en el restaurante La Esquina de Madrid la carne de vacuno de la marca Casa de Alba, plato fuerte de su gama de productos gourmet. «En serio, ha sido una casualidad», aseguraba ayer un risueño Cayetano con objeto de evitar rumores malintencionados.

Junto a sus compañeros de viaje en este negocio (el Grupo Embajadores y La Máquina), el duque de Arjona dio a conocer el resultado de un proyecto en el que lleva trabajando casi dos años y que supone el séptimo lanzamiento de su línea «fine food» tras el aceite de oliva, la cerveza, los ibéricos, los dulces y pastas, los turrones y la miel.

«Siempre tuve claro que los pilares de esta empresa serían la carne y el aceite», señala. Y es que con ocho fincas familiares en Salamanca, no aprovechar las excelencias de la ganadería que hace décadas comenzó a formar su padre, Luis Martínez de Irujo, sería «desaprovechar lo mejor que tenemos en cantidad y calidad». Por eso, aclara Cayetano, no paró hasta encontrar la compañía adecuada y «firmar un acuerdo con mis hermanos, quienes han entendido que les compensaba vender las vacas a esta marca».

Muy recuperado de sus problemas de salud –«he vuelto a montar a caballo, practico running... estoy estupendamente bien», asegura–, el duque de Arjona confirma que existía un compromiso con la Junta de Andalucía para abrir Dueñas al público tras la muerte de la duquesa. «Se espera entre 150.000 y 200.000 visitas al año (a 8 euros la entrada), por lo que será una buena inyección económica para su mantenimiento», anuncia. Puestos a sincerarse, afirma que «dentro de la Casa, ya no tengo ninguna función. Hoy me dedico a la marca y al campo». Sin embargo,_deja claro que se siente orgulloso de la relación que mantuvo con la duquesa de Alba durante sus últimos seis años de vida. «Mi madre tenía una inteligencia innata y no se equivocó a la hora de augurar lo que iba a pasar. Yo sí que me he equivocado», insiste.

Muchos gastos, cero ingresos

Cayetano también aclara que creó la marca Ducado de Alba con su hermano Carlos al 50 por ciento, aunque desde el pasado 1 de enero decidieron que el 55 por ciento sería para él. «Reconozco que he pasado un año muy complicado, cuando me vi fuera de todo en la Casa, con unos gastos enormes y con cero ingresos. Hablé con Carlos para reajustar los porcentajes y poder tener la dirección de la firma. Luego hice otra sociedad, Condado de Salvatierra, que gestiona la marca y ahí sí que estoy solo», explica.

Cayetano Alba asegura que tras la mala racha en cuestiones de salud y el fallecimiento de dos personas tan queridas como fueron su madre y su niñera, «ahora me encuentro en el mejor momento de mi vida. Hoy ya no tengo complejos a la hora de decir lo que pienso. Voy a ocuparme de mí mismo y de mis proyectos empresariales».

Lo que aún no tiene claro es si abrirá la casa de San Sebastián que le dejó en herencia doña Cayetana. «Para mí es un lugar especial. No quiero vender. De momento estoy ocupándome de aclimatar la casa, pues en invierno no se puede ir del frío que hace», comenta.

El valor del dinero

Por primera vez en mucho tiempo, el duque de Arjona no estará en Sevilla durante la Semana Santa: «Este último año he llorado mucho y en Sevilla siempre me emociono. Ya he hablado con la Hermandad y allí iré para la Feria. Ahora quiero divertirme». En este sentido, el jinete reconoce que le sorprenden las muestras de cariño que recibe de la gente. «Mi madre siempre me decía que yo iba a heredar esa faceta suya», aclara. Puestos a buscar un pero a su progenitora, Cayetano sólo encuentra uno: «No entendía el valor del dinero, por eso tuve que insistir en poner orden en los gastos».

Cayetano Alba se niega a hablar de amores. A diferencia del pasado, sin embargo, disculpa esa resistencia a la hora de tratar su vida sentimental con una sonrisa y sin enfadarse. Sí confirma que la nulidad de su matrimonio con Genoveva Casanova es un asunto que no comparte, aunque no piensa hacer nada al respecto. Como ya confirmó a ABC, ni apoyará ni impedirá la nulidad.

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