Buñuel y su idea de mujer, entre el recato y el erotismo
Buñuel y su idea de mujer, entre el recato y el erotismo - EFE

Catherine Deneuve en «Belle de jour», 50 años marcando el ritmo de la moda

El vestuario de la actriz francesa en el filme de Buñuel sigue siendo tendencia medio siglo después su estreno

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Yves Saint Laurent y su leal zapatero, Roger Vivier, fueron los responsables de un estilo moderno y duradero que crearon a la medida de la entonces gran estrella del cine francés, Catherine Deneuve, en su rol de mujer infiel en «Belle de jour». La película de Luis Buñuel, un filme surrealista, erótico y elegante a un mismo tiempo, muestra la vida de una mujer burguesa que sueña con trabajar en un burdel y acaba llevándolo a la realidad. «Belle de jour» fue, además, el comienzo formal de las colaboraciones estilísticas entre el genial Saint Laurent y la actriz Catherine Deneuve hasta la desaparición del modisto.

Con la intención de convertir el filme en un clásico mundial, Buñuel y Saint Laurent convencieron a Deneuve para que llevara vestidos de un largo a la rodilla, algo impensable en una época en la que la minifalda hacía estragos.

Pero, acertadamente, escogieron un corte de vestidos y un largo de ropa que aún ahora sigue vigente, consiguiendo el propósito de que Séverine -Deneuve en la película-, se convirtiera en icono de elegancia.

La clásica modernidad de Saint Laurent quedó patente para siempre. Para ello fue clave el tono que Buñuel quería dar a una película de temática revolucionaria: deseaba tratar el erotismo femenino de un modo sutil y poco explícito, para lo que necesitaba que el personaje de Séverine estuviera bien vestido y sin desnudos demasiado evidentes.

Buñuel apostaba a nu lujo sin estridencias
Buñuel apostaba a nu lujo sin estridencias - EFE

El glamur que Yves Saint Laurent ideó para la guapísima Catherine Deneuve la revestía con estricto primor, ya fuese en prendas interiores, vestidos camiseros o abrigos cortos. En las escenas de dormitorio, la Deneuve hace de la faja y el soutien-gorge un par de prendas modernas de gran carga sensual. Fue la mejor maniquí para los rígidos vestidos negros con cuello y puños blancos, que tanto han influenciado la moda posterior: desde MiuMiu, a Valentino o Vuitton, han retomado el look Señorita Rottenmeier.

La colección de vestidos rectos a la rodilla, con mangas a la sisa, inspiró y sigue inspirando a las grandes casas de la moda desde Courrèges a Chanel, pasando por Valentino o Calvin Klein. Los vestidos camiseros con lazada al cuello han sido recuperados por Diane von Furstenberg o Tommy Hilfiger, que los han sabido hacer suyos. Los abrigos entallados, cosidos casi sobre el cuerpo de la Deneuve, han dado días de gloria a decenas de firmas, como Gucci o Burberry, que han retomado la idea sin rubor. Los zapatos de hebilla cuadrada, el modelo pilgrim inspirado en los zapatos de los peregrinos de hace siglos, fue un éxito de Roger Vivier que permanece en la retina de todos.

En los labios

No podemos olvidar tampoco la estética personal de Catherine Deneuve en el filme, que ha inspirado a artistas del maquillaje como Francois Nars, en cuya colección incluso ha incluido una barra de labios llamada «Belle de jour», cuya campaña promocional protagonizó Amber Valletta en 2010. Los labios anaranjados de Séverine Serizy, su cabello voluminoso y sus uñas en rosa pálido, casi infantil, hicieron que el maquillaje de la diva en 1967 siga estando de actualidad en 2017.

Desde Belle de Jour, el estilo chic aburguesado ha quedado para siempre representado con los atuendos de apreski de la Deneuve, sus inocentes faldas de tenis blancas, las camisas de corte safari, los guantes de cuero marrón, las prendas monocromáticas, los cinturones de cadenas de oro, las gabardinas ajustadas, las gafas de concha, las botonaduras militares y los abrigos de pvc. Lecciones de estilo de un Yves Saint Laurent siempre de actualidad.

Ver los comentarios