Catalina de Cambridge, la madurez del estilo de una princesa real

Faldas más largas, escotes menos sexys y recogidos sencillos son sus nuevas señas

MADRID Actualizado: Guardar
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La Duquesa de Cambridge ha escuchado las peticiones de su «suegra-abuela» y sus nuevos estilismos denotan prudencia y conocimiento del protocolo. La Reina Isabel de Inglaterra desea ser un ejemplo para catalina-cambridge-madurez-princesalas futuras sucesoras en el trono. Con disgusto, inquietud y certeza, la Monarca ha tratado de aconsejarlas en cuanto a atuendo se refiere. Aunque encontrando oposición, va ganando la batalla de estilismo con la princesa Catalina.

Hace varios años, Isabel II se tomó la licencia de darle consejos acertados que la mujer de Guillermo de Cambridge ha tardado en seguir. Pero ahora han cambiado las tornas. Será bien porque Catalina se ve reina -dándole de tacón a Camilla- o bien porque se ha dado cuenta de la importancia de su rol.

Joyas

La Duquesa de Cambridge, nada habituada a llevar joyas, hizo uso de ciertos collares de Zara de 30 euros en noches de gala londinenses al comienzo de su matrimonio con el Príncipe Guillermo. Esto causó el consiguiente disgusto de su abuela-suegra, la Reina Isabel, quien le pidió comenzar a utilizar el joyero real de modo más frecuente. «Si quieres ser reina, empieza a parecerlo». Dicho y hecho. La Duquesa de Cambridge ha cambiado los collares de Inditex por las joyas de la Casa Real.

Aunque solo había llevado diadema el día de su boda en 2011 y en una recepción a diplomáticos en 2013, Catalina ha comenzado a utilizar las «tiaras menores» de la Corona. Ha lucido recientemente la Cambridge Lover’s Knot, una pieza a base de perlas y diamantes que la Princesa Diana de Gales solía utilizar, así como la tiara Papyrus de la desaparecida Reina madre, que escogió para la cena de bienvenida al presidente chino Xi Jingping en Buckingham Palace este pasado octubre.

«Wrap dress»

Los años 70 han lucido en las pasarelas mundiales esta temporada. Balmain, Gucci y otras casas con pedigrí han vuelto a editar el wrap dress (vestido cruzado) popularizado por Diane von Fürstenberg en la «era disco». En realidad, se trataba de un modelo que se hizo famoso en los años 40 en Estados Unidos para permitir que cualquier mujer, de toda talla y condición, pudiera vestir de modo correcto incluso en casa.

Esta temporada, Catalina de Cambridge ha sabido deslumbrar en su llegada a la premiere de «Spectre», la última película de James Bond, con una elegante adaptación del vestido cruzado en su versión larga, un invento que se hubiera esperado más de la rabiosamente creativa Rania de Jordania que de la aspirante al trono británico. Su vaporoso y elegante vestido cruzado en tono azul gris claro era una creación de Jenny Peckham. Aunque la modelo Karlie Kloss y Alexa Chung han lucido modelos similares, nadie ha tenido tanta repercusión como Middleton.

Peinado

Isabel II manifestó desde un principio su disgusto al observar que a Catalina la melena le llegaba cerca del codo. Muchas fueron las fuentes que criticaron este estilismo, algo extremo y excesivamente juvenil. Tras varios años de lucha, la Reina ha conseguido que su «nieta» haya cortado su cabello más de una cuarta, acertando con un estilismo más «real». En las noches de gala, ha dejado finalmente atrás su melena larga y suelta, escogiendo, muy al estilo de Doña Letizia, recogidos sencillos y favorecedores. Además, su tono de pelo, más claro y cobrizo, le favorece más.

Largo de la falda

En los primeros años de vida pública, la Duquesa mostró poca idea al elegir los vestidos de día, escogiendo prendas con falda plisada de largo reducido y mucho vuelo, un pasaporte seguro hacia el desastre en días de viento. Como podía preverse, sufrió más de un episodio «Marilyn», mostrando incluso su derrière, para disgusto de la Casa Real británica.

La Reina Isabel no dudó en llamarle la atención al respecto, pidiéndole elegir prendas más rectas y ceñidas que no pudiesen dar lugar a imágenes de interés cinematográfico. Además, le exigió alargar el bajo de sus faldas hasta acercarse a las rodillas, algo que ha tardado en hacer, pero que finalmente ha tenido en cuenta.

Escote

Middleton ha utilizado escotes pronunciados en muchas de sus apariciones públicas. Desde el exagerado escote en «v» del día de su boda -no casaba con el corte horizontal del encaje del vestido- hasta el de otros muchos modelos de noche, las preferencias de la Duquesa de Cambridge no iban en línea con la discreción que se espera de ella ni con las preferencias de la muy tradicional Monarca británica. Ahora, ha descubierto que un escote de caja o uno de barco también favorecen.

Y es que, aunque se limite a replicar sin cesar algunos estilismos ya algo pasados que popularizó la Reina Letizia años atrás, la prensa británica le va otorgando poco a poco su acuerdo «porque comienza a ser una reina del estilo», señalaba el diario «The Mirror» hace unos días. Para tener, por otra parte, un «estilo de reina» es necesario dejar atrás exageraciones, modas y prendas reveladoras, en favor de modelos elegidos con gusto que resulten adecuados a la gran mayoría del público y a cada ocasión. Se trata de no destacar ni en exceso ni por defecto. Una dificultad que va en el cargo.

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