Carmen Thyssen dona el tocado de plumas indio que le regaló su marido

El Museo de Antropología cuenta con el objeto que el embajador de Estados Unidos, John Lodge, regaló a su marido y que, según la baronesa, ahora está este museo estatal porque «tiene que estar»

Carmen Thyssen GTRES

EFE

«Yo creo mucho en los museos, y este es importantísimo porque nunca acabas de ver todo lo interesante que hay aquí, que es la historia de la humanidad. Me siento muy feliz, creo que esta pieza maravillosa tiene que estar aquí y estar cuidada», ha dicho la baronesa durante la presentación de este penacho de plumas blancas de águila calva americana de la segunda mitad del siglo XX.

El tocado, que forma parte de una instalación en la sala central del museo denominada «Atrapando sueños. El poder de las plumas» -abierta hasta el 4 de febrero-, ha estado bajo el cuidado de la familia Thyssen-Bornemisza en «Villa Favorita» (Lugano, Suiza), así como en su residencia de Madrid; aunque también formó parte de la exposición «La ilusión del lejano oeste» (2015-2016).

«Menos mal que está aquí porque cuando te ocupas de algo lo tienes que hacer con todo el esmero (…) Y me siento feliz de que estas maravillosas cosas que se han hecho con especial cariño y atención siempre terminen en un museo, porque es donde el público puede acceder a ellas», ha dicho la baronesa

Según ha apuntado el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, el tocado perteneció al barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, «gran admirador» de las culturas nativas americanas, y fue un regalo de John Lodge, embajador de Estados Unidos en España entre 1955 y 1961.

La pieza está compuesta de plumas de águila montadas sobre un gorro de piel con una larga cola de fieltro rojo de plumas de avestruz adornada con cuentas de vidrio de diferentes colores.

Para Patricia Alonso, conservadora de las colecciones americanas del Museo de Antropología, se trata de una pieza nueva ya que, aunque cuenta con una importante colección amazónica, hasta ahora no contaban con ningún ejemplo procedente de América del Norte.

«Nos permite abrir distintos discursos y hablar sobre el cambio y la resistencia cultural de esta época ya que los tocados de plumas eran símbolos de honor y prestigio», ha matizado.

La donación de la baronesa se encuentra en la sala central del Museo, en una instalación interactiva que tiene como protagonistas al otro objeto que se ha convertido en un símbolo de los pueblos originarios de Norteamérica: los atrapasueños, y a un «tipi», la típica vivienda con forma de icono. Al término de esta instalación la pieza formará parte de la colección permanente del museo estatal.

En el acto de presentación de esta donación también han estado el embajador de Canadá en España, Matthew Levin , y el director del museo, Fernando Sáez.

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