Los accesorios de Loewe y el estreno de Chiuri en Dior

La casa de origen madrileño presentó una colección de clara inspiración española, cuajada de singulares líneas

Paris Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si por algo ha sido conocida desde siempre la firma de origen madrileño Loewe, es por sus accesorios. Ayer desfiló en París presentando su colección Primavera-Verano 2017, protagonizada por una paleta de colores muy Loewe y muy española: dominaron los tonos tostados, los verdosos y el cuero. Jonathan Anderson, que desde hace varias temporadas lleva el timón creativo de la casa «del cangrejo», se esforzó por presentar modelos con curiosas líneas. Túnicas, prendas desestructuradas, abrigos de un original patchwork, mangas con una cuarta de sobra, faldas con vuelo y toda una elegante serie de prendas inspiradas, en ocasiones, en mantelerías y uniformes de trabajo.

La ropa se combinó con algunos de los accesorios más llamativos de la pasarela parisina.

Los maxi bolsos, omnipresentes, fueron clara evidencia de cuál es la especialidad de la casa. Se retomaron modelos retro, bolsos abiertos para colgar al hombro como el «Hammock» y pochettes de mano en las que cabría un ordenador portátil. Un enorme rulo, muy à la façon del bolso «Papillon» de la casa Vuitton, se alternó con modelos de largas bandoleras en cuero de vaquetilla natural, al estilo de las cananas para llevar cartuchos. Y una nueva técnica de impresión sobre ante replicaba los dibujos de las alfombras sobre bolsos de gran tamaño.

Cabos y nudos

Los cabos blancos y nudos marineros de otros bolsos estaban inspirados en el curioso pero inquietante vídeo que sirvió de entrada para el desfile: un conjunto de secuencias de un nadador que -contra la corriente- intenta recuperar unos misteriosos bidones metálicos, obra audiovisual de la holandesa Magali Reus. Los «Joyce», en forma de media luna con asa de cadena, se pudieron observar ayer mismo fotografiados por Steven Meisel en la campaña de publicidad de Loewe para la Primavera del 2017, instalada por unos días en la mayor parte de los quioscos del centro de París.

Los cinturones tipo fajín en boxcalf, contrastaban con los enormes brazaletes dorados, con los collares-amuleto con forma de murciélago y con una originalísima colección de zapatos entre los que se encontraban botas negras con tacones de carrete, sandalias con suela en forma de pico y botines de charol con pala de mocasín y trasera de ante. Una colección original, trabajada e inspiradora.

Por obra de Maria Grazia

El estreno de Maria Grazia Chiuri a la cabeza de Dior ha dejado un reguero de sentimientos encontrados. Si bien la colección presentaba una delicada elegancia, algo destartalada y «espacial», estaba llena de lugares comunes tan a la moda actualmente como los tutús en blanco, las botas galácticas, los bustiers y las zapatillas de inspiración deportiva, elementos que recordaban el minimalismo de Raf Simons, el director creativo que se despidió de la casa hace ahora un año. La evocación de los vendajes y camisas de fuerza, parecía traer a colación modelos creados por el misterioso Martin Margiela en su época en activo. Habrá que ver si esta «Dior (R)evolution» que anuncia Maria Grazia Chiuri en las camisetas presentadas, se prueba cierta, ya que ella, en sus 27 años de vida profesional, ya fuese en Fendi o Valentino, nunca ha trabajado separada de Pierpaolo Piccioli, su alma gemela profesionalmente hablando.

Ver los comentarios