Cindy Crawford en la presentación de su biografía «Becoming» en Nueva York
Cindy Crawford en la presentación de su biografía «Becoming» en Nueva York - gtres

Cindy Crawford: «Con Richard Gere nunca me sentí realmente casada»

A punto de cumplir 50 años, la modelo hace balance de su vida en una gráfica autobiografía

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La belleza escapa a las modas pasajeras. No entiende de edad ni necesita desafiar al tiempo. Buena prueba de ello es una generación de mujeres que en la década de los 90 marcó un antes y un después sobre las pasarelas y que más de veinte años después no han perdido la esencia de lo que fueron. A cinco meses de cumplir 50 años, Cindy Crawford echa la vista atrás en una autobiografía, «Becoming», en la que a través de 150 fotografías, reflexiona sobre los principios de su carrera, sus miedos y su falta de madurez para afrontar la vorágine de éxitos.

«Ser modelo era sólo un trabajo, no una forma de vida. Igual que alcancé el éxito, me convertí en una persona más insegura.

De joven yo vivía guiada por la pasión. En un momento de tu vida eso te llega a consumir mucho», explica una de las mujeres más sensuales del planeta, cuyos carteles publicitarios se retiraron de las carreteras de Noruega en 1992 después de que se registrara un aumento de los accidentes de tráfico del 300%.

Criada en una familia humilde y trabajadora en un pequeño pueblo al oeste de Chicago, en «Becoming» traza su trayectoria desde que comenzó a trabajar en los campos de maíz hasta que su carrera como modelo despuntó en 1984 convirtiéndose en la cara de las principales cabeceras de moda. Junto a Naomi Campbell, Elle MacPherson, Linda Evangelista y Claudia Schiffer encabezaría una generación de modelos cuyos éxitos nunca fueron reeditados.

Fracaso sentimental

Cindy no tiene reparos en hurgar en su pasado sentimental y adentrarse en su tortuoso amor con el actor Richard Gere. «El final de mi primer matrimonio fue un punto de inflexión en mi vida. Yo había vivido todo como un cuento de hadas. Todos queremos saber que se siente al tener un amor como el que se ve en las películas, pero no siempre es así. Mi divorcio me destruyó y me llevó a darme cuenta de que tenía que ver las relaciones de una forma más realista».

Se casaron en 1991, ella tenía 25 años y él 42 y emergieron como una de las parejas con más lustre de Hollywood. De puertas para adentro, todo era bien diferente y no se intuye ni un ápice de romanticismo. «Después de un día de trabajo, Richard me propuso matrimonio y volamos hasta Las Vegas esa noche para una boda rápida con unos cuantos amigos», recuerda la top. «Nunca me sentí realmente casada. Recuerdo estar al día siguiente en un lavado de coches en Los Ángeles escuchando en la radio al DJ anunciando la noticia de nuestra boda. Fue surrealista».

Cerrada la herida de su matrimonio con Gere, Cindy Crawford encontró la estabilidad junto a Rande Gerber. La modelo y el empresario se casaron en el año 1998 en una íntima ceremonia en una playa desierta de California. Hoy forman una de las parejas más estables del mundo de la moda y presumen de sus dos hijos, Presley -de 16 años- y Kaia, de 14, quien guarda un espectacular parecido físico con su madre y ya empieza a labrarse su futuro en la moda.

En su libro de memorias Cindy narra también otro de los episodios más duros de su vida; la muerte de su hermano Jeff a los 3 años por leucemia. «Cuando mi hermano murió, yo sólo tenía 8 años. Fue una gran pérdida y nunca lo superaremos aunque todos hemos aprendido a seguir con nuestra vida». Desde entonces ella asegura que no pierde la oportunidad de ayudar a las personas que sufren de cáncer.

Hoy, Cindy se siente por fin como la mujer que siempre quiso ser. Madura, segura de sí misma y con un pasado a sus espaldas no exentos de adversidades que le han ayudado a vencer todos esos miedos propios de una joven sobreexpuesta, que dejó una huella indeleble en la pasarela.

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