Los jinetes Cayetano Martínez de Irujo y Marta Ortega en el concurso de Casas Novas
Los jinetes Cayetano Martínez de Irujo y Marta Ortega en el concurso de Casas Novas - MIGUEL MUÑIZ

La familia Ortega se reencuentra con viejos amigos en Casas Novas

Los dueños de Zara no dejaron de repartir saludos y sonrisas en el segundo día del concurso

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El universo de Zara se hace visible anualmente en el concurso hípico de Casas Novas. Es de las pocas ocasiones en las que los miembros del clan se dejan ver. También es la ocasión propicia para comprobar que la normalidad de sus vidas y sus gestos comunes no son algo inventado sino absolutamente verificable.

La segunda jornada amaneció soleada. La ausencia de nubes favoreció tropiezos y descubrimientos que pusieron el color necesario a un concurso que celebra su trigésima edición y que se ha consolidado como uno de los referentes del panorama hípico internacional.

El dueño de Inditex, Amancio Ortega, quiso comprobarlo todo de cerca y desde el inicio. Desde mediodía y junto al stand de Massimo Dutti no dejó de estrechar manos, repartir saludos y sonreír satisfecho.

La fotografía se fue completando con todos los miembros de su familia. Flora, su mujer, tuvo el detalle de acercase a la tienda y detenerse con los empleados y besar a todos. Marta parecía emocionada de ver a todos los suyos reunidos y Sergio Álvarez Noya, con rictus más serio, tardó en incorporarse al grupo familiar. Y es que el mejor jinete español lleva con «resignación», según sus compañeros, que su carrera esté mediatizada por su matrimonio. Sin embargo, lejos del ruido de los flashes y del escrutinio de los curiosos su rostro se relaja. Tras finalizar una de las pruebas, y en compañía de otro jinete, hizo de comentarista sobre su propio salto -tuvo una pequeña complicación con la brida- y aclaró: «Parecía Billy Elliot… Verdad que estuvo bien».

La satisfacción de los Ortega se multiplica cuando aparece el pequeño Amancio. Ayer montando una bicicle ta pequeña se acercó a la «zona de los mayores». Marta lo instaba a pedalear: «Venga hombre, no te hagas de rogar, enséñales a todos que sabes andar en bici». Y el pequeño Amancio se reencontró con su abuela.

Caída de Marta

Finalmente, y completada la «hazaña», llegaron el resto de invitados: el presidente de Inditex, Pablo Isla; su mujer y su hija. Como un miembro más de la familia, Isla compartió confidencias en el almuerzo con Amancio Ortega y con su mujer. No dejaron de sonreír y charlar de manera distendida en la zona reservada del complejo. La jornada sólo presentó un pequeño contratiempo para Marta Ortega. En la última competición, montando a su caballo Verdi, se cayó junto al obstáculo número 4 sin ninguna consecuencia y con un sonoro aplauso de ánimo por parte del público

Los encuentros entre los invitados son otros de los momentos claves del concurso hípico. Marta Ortega saludó con cariño a Amalia García-Obregón, hermana de Ana. Precisamente, los Obregón se convirtieron en otra de las dinastías del concurso. Carolina Aresu García Obregón, que llegó con tres caballos a Galicia, se mostró satisfecha de su participación en Casas Novas y comentó a ABC: «Ha ido muy bien, la verdad, el caballo se ha portado». La joven amazona respondió sin ruborizarse y sonriendo aclaró: «Yo ya estoy acostumbrada a que me pregunten por mi tía», aunque mostró interés en que el deporte ganase presencia en los medios. La presencia del clan se prolongó con la modelo y exmujer de Javier García-Obregón, Paloma Lago. La gallega posó para los fotógrafos y se mostró «encantada» de volver a Galicia.

Otro de los nombres propios del día fue el duque de Híjar, Cayetano Martínez de Irujo. Con dos caballos se presentó en la comunidad gallega «porque tengo la suerte de ser amigo de esta familia» y no dudó en calificar el evento deportivo «como una de las competiciones referentes en Europa».

Lejos del color que facilita la presencia de los nombres propios en el concurso, los jinetes ofrecen una crónica paralela que da cuenta del nivel alcanzado en Casas Novas en los últimos años. Uno de los protagonistas fue Eduardo Álvarez. Se trata del tercer jinete mejor clasificado en el ranking nacional y no dejó de reivindicar el «el nivel de la hípica nacional con caballos muy competitivos» para añadir «no estamos muy lejos de lo que puedan tener otros países».

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