El postre de Código de Barra, listo para comer. | C.I.
El postre de Código de Barra, listo para comer. | C.I.
GASTRONOMÍA

De postre, chocolate y diversión

Código de Barra adapta un original postre de Alinea, restaurante de Chicago galardonado con tres estrellas Michelin

Cádiz Actualizado: Guardar
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Ponerle un final dulce a la comida es un ritual que pocos se saltan. Sabores que nos devuelven a la infancia y que con la evolución de la gastronomía que convierte el rutinario acto de comer en una experiencia, van acompañados de diversión. Pocos sitios en la provincia mezclan esas sensaciones en un plato y uno de ellos es Código de Barra, que el pasado mes de abril incluyó en un nueva carta el postre 'Chocolate roto'. 

La sorprendente propuesta está inspirada en la creación del chef americano Grant Achatz, propietario del restaurante de tres estrellas Michelin, Alinea en Chicago. Es famoso por ser uno de los grandes exponentes de la cocina molecular, y uno de los mejores chefs de Norteamérica.

Con la intención de trasladar a sus comensales nuevas sensaciones, Leon Griffioen ha adaptado este sofisticado postre a su restaurante de la plaza Candelaria con muchas horas de investigación a sus espaldas hasta conseguir recrearlo.

'Chocolate roto' es una esfera de chocolate negro a la que acompañan más de 30 ingredientes. Siempre se sirve a la vista del cliente por el propio Leon o el cocinero que le acompaña en los fogones de Código de Barra, Ángel Reguera en un ejercicio casi de pintura sobre un lienzo. Curry de remolacha, yogur con pimienta sansho, salicornia, romero, leche condensada... hacen las veces de óleo. No vamos a desvelar la experiencia completa que supone finalizar la comida con este postre, pero los ingredientes son de por sí una sorpresa que varía en cada ocasión. Otro detalle es que se trata de una receta sin gluten, apta para celiacos. Y una de las cosas que lo hacen más entretenido, se come con las manos.

«Nuestra idea es hacer algo divertido y diferente en Cádiz, acercar más la comida al comensal», apunta Griffioen. Pero la inquietud del cocinero no termina ahí. Aunque se trata de un postre propio de un restaurante de lujo que no se puede adaptar por completo por su complejidad y coste (Achatz utiliza nitrógeno en su preparación), en Código de Barra quieren ir puliendo la idea y esperan servirlo próximamente directamente en la mesa, como hacen en Alinea, además de incluir ingredientes y preparaciones más elaborados y caseros.

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