Menos del 1% del dinero destinado a la RGI es objeto de fraude

El Gobierno vasco acometerá a lo largo del próximo año la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), una prestación de la que dependen en la actualidad cerca de 63.000 personas. Muchas son las voces críticas que han cargado contra el sistema actual, considerado entre la ciudadanía como un objetivo fácil para los defraudadores. Sin embargo, la realidad dista mucho de la percepción general del territorio. Tal y como destaca un informe elaborado por el Departamento de Empleo, las estafas representan una parte ínfima del total de los expedientes, pues los engaños apenas afectan al 0,8% de la inversión total del subsidio.

Se trata de un resultado inesperado, al menos para el 48% de las 1.350 personas que, en un estudio que presentó recientemente el Ejecutivo autonómico, admitió tener la percepción de que el sistema de la RGI está sometido a constantes irregularidades.

La administración autonómica registró el pasado ejercicio 392 casos de fraude, lo cual supone una considerable mejora con respecto a años anteriores. No obstante, 106,4 millones de los contribuyentes naufragan todavía debido a pagos indebidos, tal y como denunció esta semana el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso.

En este sentido, la consejera vasca de Empleo, Beatriz Artolazabal, destacó que, para «defender el sistema de protección» que han construido, el Gobierno está «obligado» a dar respuesta a los problemas que arrastra la RGI. A pesar de que aún no hay nada cerrado, una de las medidas que contempla su departamento para la lucha contra el fraude es la de limitar la subvención a una única persona por domicilio independientemente de si el resto de los residentes de la vivienda son familiares o no. Asimismo, aseguró que estudiarán el caso de cada persona con el fin de establecer las «excepciones oportunas», dada la amplia diversidad de los demandantes del servicio.

Diversidad de perfiles

De hecho, la RGI ayuda cada mes a personas de toda condición. Según los datos del pasado mayo, en la actualidad hay 62.924 beneficiarios, de los cuales el 56,7% son mujeres. Por edad, el segmento de la población mayor de 65 años es el que más la solicita. Ellos representan el 17,3% del total, lo cual contrasta con la tasa de solicitantes de la población más joven, de entre 16 y 24, que apenas llega al 2%. Por otro lado, seis de cada diez nacieron en territorio español, mientras que, entre la población extranjera, destacan los ciudadanos procedentes de América del Sur (12,7%) y de Magreb (10%).

A su vez, la gran mayoría de los perceptores de la ayuda (67,1%) solo cursaron los estudios obligatorios, mientras que los que poseen títulos universitarios representan apenas el 4%. Ocho de cada diez no combina la subvención con los ingresos procedentes de algún trabajo, aunque buena parte de estos últimos (42,8%) sí es beneficiario del complemento de vivienda, una prestación dirigida a cubrir los gastos de alquiler del domicilio habitual en cualquiera de sus modalidades de arrendamiento.

Por último, cabe destacar que casi la mitad de las personas que reciben la RGI son solteras, mientras que el 25,3% está separado y otro 17,9, casado. En este caso, el segmento minoritario es el de los ciudadanos viudos, que solo suponen el 8,4% del total.