Durango se querella contra 46 aviadores italianos por bombardear el municipio en la Guerra Civil

El Ayuntamiento de Durango ha presentado una querella contra 46 aviadores italianos que bombardearon el municipio durante la Guerra Civil. Los hechos, que tuvieron lugar entre marzo y abril de 1937, provocaron más de 300 víctimas mortales y arrasaron varias centenas de edificios. El Consorcio vizcaíno considera que dichos ataques son constitutivos de delitos de crímenes de guerra y lesa humanidad, por lo que alega que pueden ser perseguidos «penalmente por las autoridades españolas».

Los bombardeos de Durango a manos del ejército fascista italiano son considerados por algunos historiadores como los primeros de la historia sobre población civil. El Ayuntamiento de la localidad, que se ha personado como acusación particular como perjudicado por los ataques, ha acompañado su denuncia con una investigación del experto Jon Iriazabal, que consiguió dar con los nombres de varios militares que participaron en ellos a través de las cartillas de vuelo que custodia el Uficcio Storico de Operazione Militari Spagna, con sede en Roma.

En concreto, los denunciantes aseguran que los bombardeos fueron perpetrados por efectivos de la Aviazione Legionaria, que poseía bases en Soria y Agoncillo (Logroño). Se trata de un punto esencial de la querella, dado que los problemas para identificar a los atacantes ya encallaron un procedimiento similar iniciado en Barcelona. Asimismo, el hecho de que la nacionalidad de los mismos sea extranjera ha permitido al Ayuntamiento de Durango sortear los límites de la Ley de Amnistía de 1977, que, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, impide las acciones entre españoles por hechos acontecidos durante la Guerra Civil.

Por otro lado, la querella, a la que ha tenido acceso Efe, asegura que en Durango se arrojaron un total de 281 bombas, que sumaban 14.840 explosivos y afectaron a 321 edificios, de los cuales 70 fueron derribados. A su vez, tres iglesias quedaron totalmente destrozadas. El ataque más devastador tuvo lugar el 31 de marzo de 1937, cuando un pase aéreo que sobrevoló el municipio a las 08.30 horas calcinó el casco viejo. El coste económico del total de los daños, destaca el texto, asciende hasta los 4,2 millones de euros.