«Carmen, ¿quién mató a Manuel Fuentes?»: La carta de Amaya Fernández a la exetarra Guisasola
La secretaria general del PP vasco exige a la exreclusa que no se limite a pedir perdón
Carmen Guisasola fue una de las protagonistas de la última ponencia de Memoria del Parlamento vasco. La exmiembro del «comando Vizcaya», que pasó 24 años entre rejas antes de beneficiarse de la «vía Nanclares», reconoció que la actuación de ETA fue «brutal e injusta» , y abogó por «cerrar heridas» en pos de la convivencia. Un gesto positivo a la par que insuficiente, a juicio de la secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández , que ha advertido por carta a la exreclusa de que pedir perdón no la «exime» de su «responsabilidad con las víctimas».
[Lea aquí la carta de Fernández a Guisasola]
La misiva, que fue enviada a la Secretaría de Paz y Convivencia de la Cámara autonómica, fue redactada tres días después del aniversario de la muerte del policía Manuel Fuentes Pedreira, asesinado por ETA el 20 de mayo de 1986. Se trata de tan solo uno de los cientos de crímenes de la organización terrorista que, a día de hoy, continúan sin culpables: «Es uno de tantos hombres, mujeres y niños con familias que siguen esperando poner cara a la persona que les arrebató a su ser querido –lamenta Fernández– Sus ansias de verdad no han sido resueltas con los años. Tampoco con el anuncio de disolución de ETA». En este sentido, la popular insta a la exreclusa a colaborar «en la construcción de un escenario digno tras décadas de disparos y bombas ».
«Por eso te escribo, porque creo que puedes y debes ayudar», sentencia la secretaria general del PP vasco, que recuerda que las autoridades ubicaron a Guisasola alojada en un piso de Bilbao junto a Julián Achurra Eguropa , cuyas huellas aparecieron en el taxi robado en el que «un hombre y una mujer» huyeron tras disparar en la nuca a Manuel Fuentes: «Carmen, ¿quién mató a Manuel?» , pregunta directamente Fernández.
En la misma línea, explica que también participó una desconocida en tres de los siete asesinatos que perpetró en Vizcaya en 1984 , curiosamente cuando Guisasola formaba parte del «comando Vizcaya»: «A José Verdú Ortiz le asesinaron un hombre y una mujer a las puertas de su casa de Galdácano el 18 de abril de 1984. ¿Quién le mató?», insiste en su carta Fernández.
«A Antonio Velasco Benito le asesinaron dos hombres y una mujer en Bilbao el 21 de abril de 1984 desde un Renault 14 blanco –continúa–. Usaron armas automáticas y una pistola. La pistola era la misma con la que ETA mató al guardia civil José Verdú Ortiz. El crimen sigue sin estar resuelto. Carmen, ¿sabes quién asesinó a Antonio Velasco Benito?».
Sentar precedentes
Son varios los casos que enumera en el texto la popular, que manifiesta a la exetarra que han pasado «muchos años» desde que se arrepintió, si bien las familias de las personas que la banda asesinó cuando ella formaba parte de la misma «siguen esperando no solo Justicia, sino la verdad de lo que sucedió ». En este sentido, asevera que el arrepentimiento «es un paso importante», pero «de poco sirve si este va acompañado de un silencio cómplice con crímenes terroristas ».
«Creo que estás a tiempo de sentar un precedente y de que el arrepentimiento que proclamas deje de ir de la mano de un silencio que sigue obstruyendo la vida de cientos de víctimas», concluye Fernández.
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