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La Benemérita es un cuerpo maltratado en Alsasua - ABC

La novia de uno de los guardias civiles atacados: «Le seguían pegando aunque estaba en el suelo, malherido y sangrando»

María José, la novia de uno de los agentes golpeados en Alsasua, ha narrado a La Linterna de Cope cómo se sucedió el ataque

Madrid Actualizado: Guardar
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La voz de María José suena quebrada en los micrófonos al rememorar los terribles sucesos acaecidos en la madrugada del viernes al sábado. La jornada en la que, como ha explicado este domingo a La Linterna de la Cadena Cope, medio centenar de extremistas les propinaron una brutal paliza a ella, a su amiga, y a sus respectivos novios ( dos guardias civiles en ese momento fuera de servicio) en un bar de Alsasua, Navarra. Uno de los feudos de Bildu.

Tal y como explica, llegaron entre las dos y media y las tres de la mañana al bar. «Estábamos tranquilamente bebiendo unas copas, bailando... Haciendo lo mismo que el resto». Sin embargo, desde el comienzo notaron que les «miraban mal».

«Incluso nos tiraron un vaso de chupito, pero al final no hicimos caso, decidimos pasar y seguir con lo nuestro», añade. Así lo hicieron hasta que se les acercaron un chico y una chica.

«Él comenzó a meterse con nosotros. Me empujó. Luego empezó a hablar con el sargento y el teniente [los atacados]. Ellos dijeron que nos dejasen en paz, que no estaban de servicio y que tenían el mismo derecho que el resto a estar en un sitio público con sus parejas», completa María José. A partir de ese momento se desató el infierno. «Poco a poco nos fueron rodeando. Cuando quisimos darnos cuenta, estábamos con sesenta brazos encima pegándonos, empujándonos... Fue horrible», finaliza.

María José no se atreve a tildar el suceso de pelea ya que, como explica, no pudieron defenderse frente a las entre 30 y 50 personas que les atacaron. «Tiraron a Óscar al suelo y le rompieron el tobillo. Se quedó en el suelo, sangrando. A pesar de ello, de estar malherido, sangrando e inmóvil, hubo gente que le siguió pegando. Los cuatro recibimos fuertes golpes. El que peor ha acabado es mi novio, que tiene el tobillo completamente fracturado, el labio partido, y le espera una larga recuperación», completa.

Todo acabó, para su suerte, cuando la Policía Foral llegó hasta la zona. Los asaltantes huyeron. María José finaliza señalando que, aunque siempre habían notado las miradas indiscretas en la región, jamás se hubieran imaginado que podría pasar algo así: «El teniente lleva alrededor de un año, y el sargento dos semanas [en Alsasua]. A mi me han hecho preguntas indiscretas como que si soy una novia de Guardia Civil. También nos habían mirado mal. Ha sido algo muy salvaje», completa.

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