Imagen previa al Chupinazo con la ikurriña colgada en el balcón municipal
Imagen previa al Chupinazo con la ikurriña colgada en el balcón municipal - AFP

Cuatro demandas contra el alcalde de Pamplona por poner la ikurriña

Vuelve a burlar la ley, al colgar la bandera en el Ayuntamiento durante el Chupinazo

Navarra Actualizado: Guardar
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Hacía ya días que se venía especulando acerca de qué manera el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, de Bildu, haría presente la ikurriña en el Chupinazo que da inicio a las fiestas de San Fermín de este año 2017. Y ayer destapó todas las incógnitas. La bandera de una Comunidad Autónoma vecina, la ikurriña, ondeó en el balcón municipal, como si fuera cualquier otra bandera oficial.

Desde primera hora de la mañana «apareció» en la fachada municipal un mástil vacío. Todo hacía suponer que la estrategia era la misma que la del año pasado, una hueco vacío que pretendía recordar al espíritu de la ikurriña.

Sin embargo, diez minutos antes de las doce del mediodía, momento en el que se iniciaban los sanfermines, un operario del Ayuntamiento atravesó con una pequeña bolsa el salón de recepciones que daba a los balcones de las banderas oficiales y se dirigió directamente, con una fuerte escolta policial, al balcón municipal en el que se encontraba el mástil vacío.

Allí sacó una ikurriña y la colocó en el mástil que llevaba esperando desde la noche. Cuatro agentes de la Policía Municipal custodiaban el balcón municipal para que nadie pudiera inmortalizar el momento.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ya lo había conseguido. Acaparó todo el protagonismo del comienzo de las fiestas de San Fermín dejando a un lado a las auténticas protagonistas, las dos voluntarias de la DYA, que habían sido designadas por votación popular como encargadas de lanzar el Chupinazo que daban inicio a las famosas fiestas de San Fermín.

La obsesión del alcalde de Pamplona por protagonizar, de una forma u otra, el comienzo de las fiestas de San Fermín le ha llevado a recibir hasta cuatro demandas judiciales.

Prevaricación

Dos de las demandas son por la vía contencioso-administrativa, por el hecho de haber puesto la bandera de una Comunidad Autónoma vecina al mismo nivel que las otras banderas oficiales.

Las presentaron la Delegación del Gobierno central en Navarra y Unión del Pueblo Navarro (UPN). Las otras dos demandas fueron interpuestas por haber colocado la ikurriña a sabiendas de que era un acto ilegal, es decir, por prevaricación.

La presidenta del Partido Popular en Navarra, Ana Beltrán, afirmó que están estudiando la posibilidad de interponer una demanda contra el propio alcalde porque «nos parece un insulto a todos los pamploneses y a todos los navarros porque ha querido mandar un mensaje a todo el mundo de que Navarra es Euskadi», aseguró Ana Beltrán. La otra demanda la presentará la asociación Navarra 1212, exactamente por los mismos motivos.

Al fin y al cabo, con la estratagema del alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, de Bildu, se consiguió lo que el grupo abertzale pretendía, que la ikurriña apareciese en las pantallas de televisión como una bandera más, como una normal y corriente. Se consumó de esta manera una nueva agresión contra los símbolos de la comunidad foral.

Apoyo a los presos de ETA

Al mismo tiempo que la ikurriña, en las pantallas de todas las televisiones del mundo se vio una enorme bandera de apoyo a los presos de ETA, otra banderola de apoyo a los agresores de Alsasua, y una estelada catalana de grandes dimensiones. En un rincón, en la parte baja de la pantalla de televisión, se pudo ver un extremo de la Plaza Consistorial en que no predominaba ninguna bandera ni enseña de significación política.

La cuestión era que se viera los verdaderos intereses de Bildu, y por tanto del alcalde de Pamplona, a pesar de que era consciente de que se trataba de un acto ilegal.

El pasado mes de abril, un tribunal de Pamplona ya impidió la colocación de la bandera republicana al no tratarse de una bandera oficial.

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