Abuso sexual

Vuelve a fugarse la menor que ejerció dos meses la prostitución en Azca

Su madre ha puesto dos denuncias este mes, los días 12 y 24. En total, lleva cinco. La niña aparece y desaparece continuamente

M. J. Álvarez

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Otra vez lo ha vuelto a hacer . Y su madre ya no puede más. No sabe cómo actuar. Se trata de la menor de 14 años que estuvo dos meses desparecida y fue localizada por la Policía Municipal de madrugada el pasado 5 de abril. Estaba cerca de una discoteca de Azca en la calle de Orense, a la caza de clientes para prostituirse. La cría confesó que se ganaba la vida así y no mentía. En su bolso tenía preservativos y en el móvil imágenes comprometedoras practicando sexo con adultos.

Durante el tiempo que ha estado en su casa su madre ha vuelto a presentar dos denuncias más en la comisaría de Tetuán : el 12 y el 24 de este mes. La adolescente aparece y desaparece continuamente para desesperación de su progenitora. Ahora la llama para tranquilizarla y va y viene.

Del caso se encarga la Unidad de Atención a la Familia y Mujer ( UFAM ) de la Policía Nacional, que investiga si la menor es víctima de explotación sexual por parte de mafias, así como la identidad de las personas con las que aparecía en los vídeos por un delito de abuso sexual a menores de 16 años. En los dos meses que permaneció fugada su madre interpuso dos denuncias, por lo que en total en apenas tres meses lleva ya cinco.

Mintió

Cuando fue abordada por los agentes de la Policía Municipal el 5 abril la cría les mintió: les dijo que tenía 19 años . Su aspecto no encajaba, por ello, le pidieron la documentación. Ella trató de darles esquinazo ya que les dijo que tenía su bolso en un bar de copas y entró por la puerta trasera, con intención de marcharse por la principal.

No lo consiguió. Les mostró un DNI falsificado de una persona adulta. Como los policías vieron que claramente no era ella, se dirigieron a comisaría para comprobar su identidad, ya que al revisarle el bolso encontraron en su interior numerosos preservativos, lo que hizo sospechar a los agentes que podría estar ejerciendo la prostitución.

Ella explicó que dejaba el bolso en ese local ya que conocía a uno de los empleados. No se sabe si era su «lover boy», novio-proxeneta o si el local tiene alguna relación con su actividad.

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