Violencia machista

Víctima de maltrato: «Llegué al juzgado destrozada y salí con una orden de alejamiento sobre mi bebé»

Isabel ha presentado una queja formal ante la Comisión Disciplinaria del Consejo del Poder Judicial para que analice la actuación de la juez que estudió su caso

EFE

«Llegué al juzgado destrozada y suplicando ayuda y salí de ese juzgado imputada y con una orden de alejamiento sobre mi bebé de 18 meses», asegura Isabel López, una víctima de maltrato a la que el tiempo le dio la razón con la condena de su agresor, pero le queda la angustia de «haber condenado a su hija».

Isabel ha presentado hoy, con el apoyo de seis organizaciones de mujeres, una queja formal ante la Comisión Disciplinaria del Consejo del Poder Judicial para que analice la actuación de la juez que estudió su caso, la titular del juzgado sobre la Violencia sobre la Mujer número 1 de Arganda del Rey (Madrid), María Jesús López Chacón.

«Soy una superviviente y de 'motu proprio' he decidido morir de pie a seguir de rodillas», ha explicado en una rueda de prensa, respaldada por las principales organizaciones de mujeres que han anunciado su intención de apoyar a todas esas mujeres que decidan trasladar al órgano de gobierno de los jueces sus casos por sentirse maltratadas por los operadores de justicia.

«Se insiste en que deben denunciar y luego no reciben la respuesta que esperan por parte de los juzgados», ha explicado Yolanda Besteiro, de la Federación de Mujeres Progresistas , quien ha denunciado que casos como el de Isabel «no son aislados, sino excesivamente frecuentes».

Desde Themis, su presidenta, Amalia Fernández, ha dicho que en muchos juzgados a las mujeres se les pide «ir al grano» y se les obliga a «ceñir su relato a la ultima agresión, lo que merma que se evalúe» el contexto de violencia.

«Pasamos del maltrato en casa, al maltrato judicial; después de las amenazas y los golpes, llegué destrozada psíquica y físicamente, con marcas de estrangulamiento en el cuello», cuenta Isabel, que señala que su agresor presentó una denuncia contra ella por «distintos arañazos» , por los que fue inicialmente imputada.

La Audiencia Provincial de Madrid le absolvió a ella y condenó el pasado mes de octubre al agresor a dos años y nueve meses de cárcel , pero no ha entrado en prisión y mantiene un régimen de visitas respecto a su hija.

«Esa misma tarde en la que declaré, me obligaron a entregar a mi niña con fiebre a su padre durante las vacaciones de Semana Santa y acabó ingresada en un hospital en urgencias al que no podía ir; deseé que hubiera acabado entonces con mi vida». «Sufrí la peor de las penas, que es vivir con la pena de que me he salvado yo a costa de condenar a mi hija», ha dicho esta mujer, quien ha insistido en que nunca ha vulnerado ninguna de las decisiones judiciales, ni incumplido el régimen de visitas «aunque se me rompiera el corazón».

Acompañada de las organizaciones de mujeres, Isabel ha presentado en el registro del CGPJ «30 folios con errores judiciales» de su proceso y ha denunciado «que no puede ser suficiente para ser titular de un juzgado de violencia sobre la mujer seguir un curso online de 16 horas». En un escrito de apoyo, las asociaciones piden la retirada de la juez para dar a conocer estos casos.

« No tengo ánimo de venganza , me siento en la obligación de hacerlo porque la administración de justicia debe conocer esta realidad, que hace que las víctimas lleguen a tener más daño a la denuncia que al maltratador», ha lamentado. Según Besteiro, «los jueces que tienen prejuicios no pueden juzgar a una víctima de violencia de género». «Iremos recopilando los casos y uno tras otro iremos poniendo quejas ante el Poder Judicial».

La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha explicado que se presentó otra queja en el CGPJ contra el titular del juzgado de primera instancia número 1 y de Violencia sobre la Mujer de Sagunto (Valencia) el pasado mes de enero. «Las mujeres que han sido parte en procedimientos de violencia de género y de derecho de familia seguidos en este juzgado nos han manifestado su malestar por el trato de su titular», que mantiene «actitudes arrogantes y autoritarias, faltas de respeto y consideración y nula empatía», señala el escrito de queja.

Juzgados que superan el 70% en la denegación de órdenes de protección , «como juzgados de Cataluña con medias por encima de ese porcentaje deberían preocupar» al Poder Judicial, abogados de oficio con poca formación o fiscales que ayudan poco en el relato a la víctimas, son otras de las trabas con las que conviven las mujeres que se han atrevido a denunciar.

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