José Manuel Ladra
Transportes

En vías de solución el problema de la comisaría de Sol, cerrada por el calor

Se instalará una rejilla que tomará el aire que metro renueva de la calle. Esta idea se la propondrá mañana la Comunidad a la Policía

Madrid Actualizado: Guardar
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La comisaría de Policía Nacional situada en la estación de Metro de Sol, cerrada por el calor debido a los problemas de ventilación que hacía que los agentes soportaran elevadísimas temperaturas, puede estar a punto de reabrir.

Eso sucederá si la Jefatura Superior, que mantendrá una reunión mañana con responsables de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, que dirige Pedro Rollán, acepta la solución que le propondrá la administración regional, que forma parte del Consorcio Regional de Transportes, junto al Ayuntamiento de Madrid y otras entidades.

El asunto es más fácil de lo que se pensaba en un principio, según explicaron fuentes del Gobierno regional a ABC. «Creíamos que lo que había que hacer era expulsar el aire viciado hacia el exterior, cuando es al contrario: lo que necesita es inspirar, es decir, tomar aire renovado.

Esto lo hará del propio vestíbulo del metro, que toma de la calle y renueva constantemente».

Sencilla y barata

Dicha opción, sencilla y barata, pasa por colocar una rejilla de dos metros por dos metros y medio y coger el aire del vestíbulo. Los trabajos serán sufragados por Renfe, dado que las instalaciones están enclavadas en la zona del intercambiador de Cercanías. Dicha empresa se ha mostrado desde el primer momento dispuesta a sufragar el coste y el mantenimiento de las mismas.

De acordar esta solución, se podrá instalar aire acondicionado y el recinto cumplirá con la normativa de ventilación y calidad de aire.

Rollán visitó la comisaría el lunes pasado, cuando se conoció su cierre, acompañado por responsables del área de arquitectura de la Policía, para ver dónde radicaba el problema.

Las soluciones que se manejaban hasta entonces han resultado ser erróneas. Una de ellas consistía en hacer una salida de humos directa a la calle a través de una chimenea, una opción que no fue autorizada por el Ayuntamiento de Madrid.

La segunda era que dicha salida de aire viciado desembocar, a través de una rejilla, al propio vestíbulo de la estación de Sol, con lo que se vestiría un santo para desvestir a otro.

Por ello, la Jefatura Superior de Policía había optado por buscar otra sede mientras insistía en que dicho cierre no iba a afectar a la seguridad en los medios de transportes, ya que seguirían realizando su labor. Es más, un portavoz recalcó que «iban a aumentar los agentes por el Plan Turismo Seguro y por el Orgullo Gay».

A diario, por la estación de Sol pasan unas 180.000 personas. Algunas de ellas sufren robos al descuido.

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