La venta de productos ecológicos se multiplica por 248 en 20 años

Se ha pasado de 7 a 411 operadores, y de 217 hectáreas cultivadas a más de 10.000

Productos ecológicos en un mercado en Matadero Madrid ISABEL PERMUY
Sara Medialdea

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Gallinas criadas en libertad, con sus correspondientes huevos; leche de vacas criadas escuchando a Mozart, aceite de olivas madrileñas, miel recolectada y envasada por métodos artesanos ... todos estos productos y otros muchos son elaborados en Madrid de forma ecológica, y de vigilar la idoneidad de todo el proceso se encarga el Comité de Agricultura Ecológica de Madrid (CAEM ). Que ha certificado que en los últimos 20 años, desde que comenzó a funcionar, esta actividad se ha disparado: hay 50 veces más productores y más terreno cultivado, y el valor económico de la comercialización de estos productos se ha multiplicado por 250 en estas dos décadas.

Los datos apabullan: lo que empezó en 1996 con 7 operarios y 90.000 kilos de productos comercializados, por un valor de 179.000 euros, ha pasado a 32 millones de kilos de productos con un valor de 43 millones de euros y en torno a 411 productores. Buena parte de las materias están «en tránsito»: se comercializan por empresas con domicilio social en Madrid y sometidas a control por el CAEM -que vigila la documentación que certifica al operador de origen y al de destino-, pero no pasan por ninguna instalación de la Comunidad de Madrid; son productos que se compra en una Comunidad Autónoma o Estado de la UE y se venden en otro.

Olivares y ganado

Entre los productos ecológicos, hay de todo: sobre todo, superficies de cultivo dedicadas a olivares, pero también pastos y forrajes, cereales y leguminosas, vides, hortalizas, frutos secos , y también plantas aromáticas y semillas. También engloba este término determinadas actividades ganaderas -con vacuno, caprino, equino y apicultura-: cerca de mil cabezas de vacuno para carne y 657 para leche, 1.169 cabezas de caprino, 22 cabezas de equino, y 755 colmenas en apicultura.

Y entre los productos ya elaborados, los hay de todo tipo, desde vinagre a vino, licores, aceites, miel, especias , y otros elaborados como galletas y confitería, leche, queso y derivados, carnes, alimentos para animales, piensos, cafés, productos hortofrutícolas, conservas, zumos, pan y pastas, complementos alimenticios, frutos secos, embutidos y salazones cárnicos, o chocolate, en una lista que no es exhaustiva.

Desde que hace 20 años se puso en marcha el Comité de Agricultura Ecológica, la autoridad de control oficial de este tipo de productos «verdes» es la encargada de certificar oficialmente que los que utilicen esta etiqueta cumplan con los requisitos que marca la normativa. Una norma que es de ámbito europeo, y que procura que en la producción y elaboración de este tipo de productos se utilicen sistemas alternativos a la agricultura tradicional.

El objetivo principal de este tipo de cultivo -que ocupa en la actualidad 10.307 hectáreas, frente a las 217 que se dedicaban a ello veinte años atrás- es obtener alimentos de calidad sin forzar la capacidad productiva de la tierra y los animales, gestionando el suelo agrícola como un sustrato vivo y potenciando su fertilidad.

Controles

«Siempre hemos sido una región muy productora de este tipo de materias; lo que pasa es que se consumían en Centroeuropa y en Inglaterra», explica a ABC Luis Bayón , director técnico del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid.

En los últimos años, sin embargo, han observado que «el consumo interior ha aumentado mucho, cada vez hay más demanda ». Y eso explica que la superficie productiva vaya en aumento, y también lo haga la industria elaboradora.

Toma de muestras

Luis Bayón explica que «está en marcha un borrador que sustituirá al actual», que es de común aplicación para todos los estados miembros de la Unión Europea. Respecto a los controles que se aplican a un producto para poder considerarlo ecológico, el director técnico de CAEM los resume así: «Se hacen auditorías a las fincas y a los elaboradores, y se visita a todos los operadores al menos una vez al año; algunos, en función de su tipo o volumen de producción, reciben hasta dos o tres visitas a lo largo del año».

Se toman muestras para controlar que no se utiliza ningún producto no permitido, y se realiza un exhaustivo examen documental del movimiento de mercancías entre operadores. « Se controla todo el proceso, desde el campo hasta el envasado final» , concluye. El sector va bien, asegura, y aún puede mejorar: «En España tenemos bastante potencial de crecimiento: somos los primeros en Europa en superficie cultivada de forma ecológica», explica.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación