Los traidores y el fuego amigo contra Carmena

Hay dos cosas que enervan a Manuela Carmena en política: la inoperancia y el extremismo. Y esas son, precisamente, las características de los personajes de su propio partido en Cibeles con los que tiene que bregar a diario. Piedras en un zapato que ya van camino de convertirse en un campo de minas que podría estallar en cualquier momento.

-Mauricio Valiente (Izquierda Unida) sigue como tercer teniente de alcalde y responsable de Derechos Humanos muy a pesar de la regidora. Le abroncó en una reunión interna por negarse a condenar el régimen venezolano y las detenciones de los disidentes Leopoldo López y Antonio Ledezma. Valiente, en contra de sus «principios» (es militante del PCE y favorable a la coalición Unidos Podemos), tuvo que recular y firmar la declaración de Ahora Madrid sobre el asunto.

También es concejal-presidente de Chamartín.

-Carlos Sánchez Mato (Izquieda Unida). El encargado de la economía y hacienda municipales se ha destacado estos dos años por su mala gestión en los presupuestos y el pulso permanente con el Ministerio de Hacienda por las cuentas locales. Carmena ha tenido que interceder ante Montoro y pedirle dos meses más de plazo (que expiran en junio) para poder llegar a un acuerdo.

Pero la piedra de toque llegó en marzo, con la interposición de la denuncia, junto a la también díscola Celia Mayer, contra los contratos del Open de tenis de Madrid. Lo hicieron a espaldas de la alcaldesa, que, cuando supo lo sucedido, destituyó a ambos de sus cargos en el consejo de administración de Madrid Destino. Este viernes, el coordinador general de Alcaldía y mano derecha de Carmena, Luis Cueto, remarcó ese malestar con ambos ediles y su malhacer.

Sánchez Mato, es, además, una persona conocida por sus salidas de tono: llamó «la rubia de la coleta» a Cristina Cifuentes y votó tapándose la nariz la transformación de un edificio que había estado okupado por el Patio Maravillas en apartamentos turísticos.

-Celia Mayer (antes en Ganemos; ahora en la plataforma Madrid 129). Si a Carmena no le gustan la inoperancia ni el extremismo, es normal que encaje mal la gestión de esta okupa del Patio Maravillas. Como se ha dicho, fue una de las firmantes de la querella contra el contrato del Open de tenis; pero la ristra de polémicas que ha dejado tras de sí estos dos años es casi inabarcable. Llegó a Cibeles por la corriente radical de Ahora Madrid, Ganemos, de la que acabó desligándose hace un año, como Guillermo Zapata y Javier Barbero, para promover Madrid 129. Por donde ha pasado Mayer no crece la hierba. Véase.

Área de Cultura: a ella se debe la polémica de la Cabalgata de Reyes de 2016, pero sobre todo la de los titiriteros del Carnaval de ese año, que acabó con dos actores detenidos y en la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo. Cayeron los encargados de la programación (contratados por la propia Mayer), pero ella se aferró al cargo de concejal con uñas y dientes. También sembró la discordia al renombrar las Naves del Matadero (la alcaldesa también tuvo que rectificarlo y volver a bautizarlas Fernando Arrabal y Max Aux) y plantear la eliminación de la programación teatral del Centro Cultural de la Villa.

Memoria Histórica: contrató a dedo a la Cátedra que dirigía la hijastra de Fidel Castro, que tuvo que ser disuelta, por orden directa de la alcaldesa, tras una serie de errores garrafales y su sectarismo. Entonces, se puso en marcha el Comisionado que lidera Paca Sauquillo, contra el que Mayer se ha manifestado en más de una ocasión. La regidora la desposeyó de las competencias en Memoria Histórica.

Madrid Destino: el desastre en una de las principales empresas municipales ha sido de tal calibre, que Carmena tuvo que ponerle «tutores» a Mayer. Tal cual. Expertos son quienes llevan realmente el peso y finalmente se optó esta primavera por echar de la Concejalía de Cultura y Deportes a esta joven, tras su baja maternal. De hecho, llegó a ella de rebote: iba a ser una mera presidenta de Villaverde pero, 48 horas después de llegar Ahora Madrid a Cibeles, se produjo la destitución de Zapata del área de Cultura, tras descubrirse sus tuits insultantes contra víctimas de ETA y del Holocausto. Se la ha desplazado a un área sin apenas presupuesto ni competencias: Género y Diversidad.

Estas son las tres bestias negras de Carmena en su Junta de Gobierno, en la que sí que cuenta con otros ediles que la apoyan y en quines confía: Marta Higueras (Independiente, su mano derecha junto a Cueto y a la que conoce desde hace más de veinte años) y Rita Maestre (Sector errejonista de Podemos y a la que considera un valor en alza) son sus favoritas. También tienden puentes en momentos de tiranteces Nacho Murgui (Independiente), segundo teniente de alcalde, Coordinación Territorial y presidente de Retiro, y Jorge García Castaño (Sector errejonista de Podemos y ex-IU, con mala sintonía con Valiente), presidente de Centro y Chamberí. Pablo Soto (Podemos y área de Transparencia), José Manuel Calvo (Podemos y área de Desarrollo Urbano Sostenible), Inés Sabanés (Equo, área de Medio Ambiente y Movilidad) y Javier Barbero (exGanemos y ahora Madrid 129, encargado de Seguridad, Salud y Emergencias) son otros cercanos a la alcaldesa.

En las Juntas de Distrito también existen concejales con los que la alcaldesa no tiene especial sintonía. Hablamos de Rommy Arce(sector anticapitalista de Podemos), encargada de Usera y Arganzuela y una de las más radicales y poco comprometidas con el tipo de trabajo que pide Carmena; Montserrat Galcerán (Ganemos), responsable de Moncloa-Aravaca y Tetuán, que queda como prácticamente la única cabeza visible del sector radical, y Pablo Carmona(anticapitalistas de Podemos), quien desde las juntas de Salamanca y Moratalaz apoya las tesis más extremas del partido.