Pedro Sánchez, junto a Patxi López y Susana Díaz la noche en que se conoció el resultado de las primarias
Pedro Sánchez, junto a Patxi López y Susana Díaz la noche en que se conoció el resultado de las primarias - EFE

Ruido de sables en el PSOE de Madrid tras la victoria de Pedro Sánchez

El Congreso Regional Extraordinario del domingo puede ser el escenario de la primera refriega

MADRID Actualizado: Guardar
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Pedro Sánchez consiguió el domingo dar «la campanada» con su victoria en las primarias del PSOE. Los socialistas de Madrid afrontan la vuelta de Sánchez con una enorme división interna. Y la primera prueba de fuego la van a enfrentar el próximo domingo, cuando está previsto que se celebre un Congreso Regional Extraordinario para elegir a los delegados que acudirán al Congreso Federal.

Algunos dirigentes sanchistas apuntaban ayer a Sara Hernández, secretaria de los socialistas madrileños, y recordaban los datos de las primarias: 49,49 por ciento de votos para Pedro Sánchez, 31,76 para Susana Díaz y 18,75 por ciento para Patxi López. La reflexión posterior era sugerirle un paso atrás: «A veces, la gente asume lo que dicen los militantes; otras veces, no».

José Manuel Franco, coordinador de la campaña de Pedro Sánchez en Madrid: «Hay que ser humildes en la victoria y leales en la derrota»

Actualmente, conviven en el PSOE-M dirigentes que ya estaban al lado de Susana Díaz antes de que se pusiera en marcha la gestora socialista -como el concejal Antonio Miguel Carmona-, otros que estaban con Pedro Sánchez y cambiaron de bando -hacia Díaz, como el diputado regional José Cepeda o la concejal de Madrid Purificación Causapié, o alineándose con Patxi López, como Sara Hernández-, y algunos -no muchos: los diputados José Manuel Franco o Daniel Viondi entre ellos- que se mantuvieron fieles al anterior secretario general durante su travesía del desierto.

Ahora, todos ellos representan diferentes formas de entender el socialismo. Los mensajes públicos de todos son políticamente correctos. Franco, coordinador de la campaña de primarias de Pedro Sánchez en Madrid, señalaba ayer que había que ser «humildes en la victoria y leales en la derrota».

Y de lealtad hablaba también Antonio Miguel Carmona, que recibía con disgusto la sugerencia a los barones «susanistas» de que pidieran perdón. «No renuncio a la idea de un modelo de partido distinto, frente al continuismo que ha ganado; seguiré defendiendo lo que pienso».

La primera refriega de esta nueva guerra intestina se va a vivir el próximo domingo, en el Congreso Regional Extraordinario del PSOE de Madrid. Allí tienen que elegirse los delegados de Madrid que irán al Congreso Federal. Puede que se presente una sola lista de consenso, o que no sea así. Los «susanistas» están dispuestos a dar la batalla porque «la proporción de los delegados la dan los avales, y no los votos», dicen, y «la mayoría la tenemos». Toda una declaración de intenciones que apunta a un choque de trenes.

Reparto desigual

Respecto a si pueden producirse cambios en las instituciones a raíz de la vuelta de Sánchez, no parecen probables. En el Ayuntamiento, por ejemplo, los «sanchista» son minoría frente a «susanistas» y «patxistas». Algo que hace poco viable buscar un repuesto para la figura de Purificación Causapié, impuesta en su día por Sánchez como portavoz, en sustitución de Antonio Miguel Carmona, y que luego ha sido uno de los apoyos de Susana Díaz.

En la Asamblea, los cambios están más que descartados, dado el talante del portavoz, el independiente Ángel Gabilondo, que ha procurado en todo momento templar los ánimos y centrarse en el trabajo diario por la región.

Los seguidores de Patxi López son los que más insisten en el argumento del «entendimiento necesario» para evitar «el desastre». «Sumar», «unir» o «ponerse de acuerdo» es básico, dicen, para esquivar males mayores.

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