El restaurante tricentenario que llamó la atención de Alfonso XIII con sus asados

Casa Pedro ha sido testigo de la expansión de la ciudad y es uno de los mejores locales para degustar la cocina castellana

Situado en la calle Nuestra Señora de Valverde 119, durante décadas fue zona de paso para entrar y salir de Madrid BELÉN RODRIGO

BELÉN RODRIGO

«Con más de 300 años de historia en este restaurante hemos visto y ha pasado de todo», afirma a ABC Irene Guiñales, quien junto a su padre Pedro están al frente del restaurante Casa Pedro . Es uno de esos restaurantes en los que es imposible no sentirse en casa, por el trato, por la decoración y por la cocina. «Históricamente hemos podido comprobar que existe este restaurante desde 1825 pero sabemos que su origen se remonta a 1702 », añade. Fue en ese fecha cuando Pedro Guiñales funda una casa de postas, “Casa de la Pascuala”, para arrieros, ganaderos y todas las personas que entraban y salían de Madrid por el camino de Francia (actualmente la A1). Se encuentra en la calle Nuestra Señora de Valverde, número 119, una zona que «era un pueblo, y paso obligatorio para mucha gente», relata Irene. Los archivos históricos recogen el año 1825 como fecha de fundación de la «Casa de la Silvestra» , abierta por Juan Guiñales. En aquellos años son famosos el vino y el moscatel realizado en los viñedos de la familia y, además del cochinillo, el cordero y la caza ganan fama entre ilustres comensales como el entonces joven rey Alfonso XIII.

El restaurante pasó a llamarse Casa Pedro en 1940 cuando el hijo de la Silvestra, Pedro Guiñales Soriano , toma las riendas del negocio y se especializa en la cocina castellana. Fuencarral era en aquellos años un pueblo por el que se pasaba para ir al Pardo, entre otros destinos. «Con mi abuelo esta casa vivió el boom. El rey Don Juan Carlos visitaba con mucha frecuencia el local , y los Estudios Roma estaban al lado por lo que siempre recibían la visita de todos los artistas», cuenta Irene Guiñales. Recuerdo de esa época es el panel de azulejos firmados por los clientes , «algo que inventó mi abuelo» en donde se pueden leer las dedicatorias de Alain Delon, Anthony Quinn, Luis Buñuel, Sofía Loren, Sara Montiel, Paco Rabal,Antonio Molina, Rocío Dúrcal o Raphael. También están las firmas de toreros como Luis Miguel Dominguín, Bienvenida, Antoñete, Paco Camino o Espartaco. Así como numerosos políticos, periodistas o empresarios.

Todos ellos agradecen a Pedro la calidad de su cocina. Cuando abrió Telecinco sus estudios por la zona, «comían muchos aquí pero desde que tienen la cantina han dejado de venir». Entre semana son clientes habituales muchos trabajadores de Globomedia así como otros muchos empresarios que tienen comidas de negocios. Los fines de semana cambia totalmente, se juntan los comensales de confianza, familias que llevan décadas acudiendo a esta casa.

Los clientes dejaban dedicatorias en azulejos BELÉN RODRIGO

Bodas de Oro

De todas las celebraciones las que más nos gusta organizar son las de las Bodas de Oro , son siempre muy bonitas», cerciora Irene. Trabaja con su padre, Pedro Guiñales del Valle, y asegura que tanto él como su madre también han hecho mucho por mantener la calidad y el prestigio de esta casa. Su padre se encargó de crear la bodega , «porque le encanta el vino y había mucha cepa en esta zona». Ahora la bodega forma parte del restaurante que tiene capacidad para 200 personas.

En la cocina se mantienen las recetas de los antepasados y entre los platos más famosos están el rabo de toro, los callos, las manitas de cerdo y los garbanzos con boletus , un plato muy tradicional de Fuencarral. «Cuidamos mucho la materia prima», subraya la responsable. También se sirve cordero asado. Entre los dulces caseros destacan la tarta de queso, el milhojas y la leche frita. El precio medio del cubierto ronda los 40-45 euros. Desde hace unos años han comenzado a preparar comida para llevar a casa «y está teniendo mucha salida, sobre todo en épocas navideñas», añade.

Una de las peculiaridades de esta casa es su distribución. Además de

Se conservan muebles de madera tallada BELÉN RODRIGO

contar con salones grandes tienen numerosos comedores privados lo que facilita las comidas de negocios o reuniones que necesitan intimidad. El mobiliario apenas ha cambiado, «vamos cambiado vajilla y cubertería según es necesario pero los muebles se mantienen», reconoce Irene. Abundan los muebles de madera tallada y se conserva el horno de leña aunque dejó de utilizarse hace unos años. No son demasiadas las fotografías que adornan las paredes pero entre las que se pueden ver se encuentran algunas del rey Don Juan Carlos.

Pablo y Gonzalo, los dos hijos mayores de Irene, ya echan una mano a su madre los fines de semana. «Los sábados y domingos es un ambiente muy familiar y se sienten como en casa, hasta están en la mesa con los clientes», cuenta Irene. Hace unos años Casa Pedro era de los pocos restaurantes de buena comida de la zona, «y ahora tenemos más competencia. Es una época más difícil pero seguimos apostando por la calidad y el servicio », asegura la responsable. El día de Navidad, por ejemplo, es uno de los más bonitos para la familia Guiñales, para quienes es toda una tradición celebrarla con los que más que clientes, son amigos desde hace muchos años.

El rey Don Juan Carlos visitaba con frecuencia esta casa BELÉN RODRIGO
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