Patrimonio autoriza el derribo de muros históricos del interior del Palacio de El Capricho

Una asociación cultural denuncia que entre los escombros hay piezas del siglo XVI y que la obra afecta a las galerías subterráneas; el PSOE pedirá en el Pleno de Barajas la suspensión inmediata de los trabajos

obras en el parque de el Capricho, en la Alameda de Osuna GUILLERMO NAVARRO
Marta R. Domingo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desde el pasado marzo, los volquetes y las piquetas han tomado el interior del Palacio del Capricho . Esta villa de recreo situada a las afueras de Madrid que la Duquesa de Osuna , María Josefa de Pimentel (1752-1834), compró en 1783 se convertirá en marzo de 2019 en un museo dedicado a la figura de su antigua dueña y a la Ilustración. El proyecto que ganó el concurso de ideas en julio de 2016 implicaba la creación de un gran espacio central de doble altura que amplía las dimensiones de la sala de países, donde se exhibían los cuadros de Goya . Esta estancia coincide en gran parte con el caserón comprado por los Duques de Osuna y constituye el núcleo original del edificio. Precisamente, la demolición de estos muros históricos, aunque ha sido autorizada por la Comisión Local de Patrimonio, ha hecho saltar todas las alarmas entre las entidades vecinales, que llevan décadas reclamando la restauración y la apertura al público de esta joya del patrimonio madrileño.

Desde la Asociación Cultural de Amigos del Capricho -en la que participan arquitectos e investigadores especializados en la materia- denuncian a ABC que vaciar el cuerpo central del Palacio significa eliminar los tabiques fabricados con ladrillo de tejar que datan de los siglos XVI y XVIII y que dividían esta sala en dos crujías. Este espacio fue restaurado por escuela taller Alameda de Osuna (1986-1992) en un proyecto de restauración firmado por el arquitecto José María Pérez González, conocido como Peridis .

Desde la Dirección General de Patrimonio sostienen que se aprobó la demolición porque «sólo el 20% de la estructura interna es original»

Fuentes del área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid defienden que todas las actuaciones han sido visadas por la Comisión Local de Patrimonio, puesto que se trata de un espacio declarado Jardín y Conjunto Histórico en 1934 y cuenta con la máxima protección que se le puede otorgar a un espacio singular como este.

Desde la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid sostienen a este diario que la autorización para demoler el muro se otorgó porque «sólo el 20% de la estructura es original, el resto son materiales reconstruidos en los años 80». Además, subrayan, se ha exigido al Ayuntamiento que haya «un arqueólogo a pie de obra» para supervisar que los trabajos son acordes a lo aprobado. El Consistorio destaca, asimismo, que se «reconstruirá su techo» y también se «reforzará el forjado que se rehabilitó en tiempos de la escuela taller».

Sin embargo, desde la entidad vecinal sostienen que para derribar cualquier elemento estructural se necesita «rebajar la protección y, después, redactar un Plan Director acorde al proyecto». Precisamente, este extremo es el que tampoco le cuadra al PSOE, cuya portavoz en Barajas, Mercedes González, pedirá en el próximo pleno del distrito que se paralicen los trabajos de demolición hasta que se pongan sobre la mesa todos los expedientes y dictámenes de la Comisión Local de Patrimonio que acrediten ese derribo.

Caseta prefabricada

Además del cambio en la fisonomía interior del Palacio, también han causado polémica las afecciones al Jardín Italiano . Según el proyecto, en este espacio, donde está la famosa Fuente de las Ranas, será instalada una caseta de hormigón prefabricado. Para alojar en ella una bomba de calor y un transformador, el diseño planteaba un hueco en la tapia histórica. El edil de Cs, Sergio Brabezo, en la Comisión de Medio Ambiente también afeó al Ayuntamiento de la capital que usase parte del jardín como «trastero» . Aunque Patrimonio también autoriza esta construcción, reclamó al Consistorio que buscase una solución que no dañase los muros.

Bajo el Palacio de los Duques de Osuna también discurre un rico patrimonio cultural. Varios viajes de agua, algunos de casi dos kilómetros, recorren los olivares de la finca hasta el Parque Juan Carlos I. Pero no sólo fue importante para los usos domésticos, también lo fue en materia militar. Bajo el torreón donde el general Miaja tenía su despacho, se excavaron dos túneles de escape, para huir en un posible asedio durante la Guerra Civil. El proyecto, tal y como reconoce el Ayuntamiento, «condena el acceso de la galería de escape». Y este es otro de los aspectos del plan que no gusta a la asociación. Consideran que, «al instalar en ellas las tomas de tierra y el suelo radiante para calentar el palacio, se impide que algún día puedan ser visitadas».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación