Parroquia del Inmaculado Corazón de María: caridad claretiana en pleno Ferraz

El templo atiende a más de cien familias al mes, con la colaboración de Banco de Alimentos y El Corte Inglés

MADRID Actualizado: Guardar
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La madrileña calle de Ferraz está de moda. Por allí penan los peregrinos, llanto y lamento, crujir de dientes, desterrados hijos de los desvelos de la historia, la antigua y la nueva teología política contemporánea en este valle de lágrimas. Una inmobiliaria, signo de los tiempos, separa el templo del Inmaculado Corazón de María (Ferraz, 74) de la sede del Partido Socialista Obrero y aquí Español.

Cuando me siento en el despacho del párroco de esta iglesia que regentan los claretianos, Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María para más señas, la primera pregunta es inevitable. «Padre, ¿ha visto por aquí pidiendo un milagro a algún miembro del Comité Ejecutivo, de la Gestora o del Comité Federal del PSOE?». «No, hijo.

Desde que yo soy párroco no están para muchas fiestas, me parece», contesta Jaime Aceña, que antes de llegar a este noble barrio, abrazo de despedida del Madrid que deja de ser centro, estuvo en otra de las parroquias de los claretianos, la de nuestra Señora del Espino, si mal no recuerdo, que ya llegará a estas páginas.

No sé si es una ironía o un guiño de buena vecindad, pero en los almanaques de la vida parroquial que flanquean las puertas de entrada al Santuario, hay dos anuncios que rezan: «ARA. Aula de Reflexión Abierta. Alguien con quien hablar» y «Grupo de búsqueda activa de empleo».

Ya lo dijo San Antonio María Claret, cuya fiesta celebramos esta pasada semana, un hombre singular donde los haya en la historia de España, «un hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa». El equipo rector de esta señorial parroquia está compuesto por el citado párroco, y dos coadjutores, los padres Emeterio Chaparro y Manuel Sánchez del Bosque, que a este último le conozco desde hace muchos años, en aquella Universidad Pontifica salmantina de la que era director de Relaciones Públicas.

Confesor dispuesto

También colaboran los religiosos Julio Sáinz, José Luis de la Mata, Ernesto Hernando, Gregorio Riaño, Enrique Martínez de la Lama y Dosithee Mapwasele. Un equipo de primera para atender las horas y los días del confesionario, que en este templo siempre hay confesor dispuesto a la misericordia. Y para las eucaristías, que no son pocas y además bien cuidadas. El Padre Jaime me insiste en que su ideal es «mantener el legado de los que nos precedieron. Nosotros queremos prestar un servicio en la pastoral litúrgica y penitencial».

Jaime Aceña, párroco del Inmaculado Corazón de María
Jaime Aceña, párroco del Inmaculado Corazón de María - ERNESTO AGUDO

Porque si hablamos de religiosos y religiosas, Ferraz y Argüelles es un cordón educativo, que no sanitario, para la Iglesia, territorio CONFER, diríamos. En los límites de esta parroquia de 13.000 feligreses, con un nivel de vida más que medio y más alto, tenemos las siguientes comunidades de consagrados: Cruzados de Santa María, Hermanas Trinitarias, la Institución Javeriana, las Misioneras del Inmaculado Corazón de María, la Congregación de los Sagrados Corazones y los misioneros salesianos de Don Bosco, que por cierto tienen por allí un CNI misionero. A los que añadimos también los claretianos del Instituto teológico de Vida Consagrada, la Escuela Regina Apostolorum, el colegio de los Sagrados Corazones, el colegio mayor Femenino san Francisco Javier, el colegio mayor la Inmaculada, y un centro del Opus Dei.

La parroquia del Inmaculado Corazón de María no se entiende sin la mirada al pasado. En la primera casa de la calle del Buen Suceso, albores del siglo XX, vivían los directores espirituales del Seminario Diocesano y los misioneros dedicados a la buena prensa, la publicación del Almanaque del Corazón de María, Iris de Paz, El Legionario, Ilustración del Clero y, sobre todo, la Agencia Católica de Información. Llegó la guerra fratricida y las bombas arrasaron la Iglesia. Hubo que esperar a los oficios del padre Eduardo Gómez, superior de la comunidad de Buen Suceso, que se fue un día al Pardo, en 1945, y de allí salió con la reconstrucción del Santuario en el listado de Regiones Devastadas. Antes consiguió la compra de tres casas siniestradas en la confluencia de las calles Ferraz-Marqués de Urquijo.

Distribución de alimentos

Detalle de La Piedad que se encuentra en un lateral
Detalle de La Piedad que se encuentra en un lateral - ERNESTO AGUDO

Más de cien familias son atendidas cada mes en la parroquia. La distribución directa de alimentos la vehicula el Banco de Alimentos y colabora también El Corte Inglés. Unos cuarenta bautizos al año; y una veintena de bodas, en un templo que bien las merece. La ocupación y preocupación de los sacerdotes es la familia. El Padre Jaime insiste: ayudar a los padres en la educación de los hijos, es una prioridad. Por eso la parroquia tiene un notable grupo de niños y jóvenes en la catequesis, la Juventud Claretiana, el grupo de confirmación precomunidad y la comunidad juvenil.

En el corazón se encierra el misterio de la vida. El corazón expresa la unidad profunda de la persona. Los filósofos clásicos consideraban que el corazón era la sede de la mente, de la inteligencia. Hoy consideramos que la sede de la mente es la razón. Cuando al hombre contemporáneo le pesen las penas del corazón, ahí están esos benditos misioneros con las puertas abiertas del Santuario.

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