La pareja de policías que detuvo en su día libre al doble homicida de Alcobendas

El supuesto autor del doble homicidio de Alcobendas, perpetrado el pasado 2 de mayo, en el que acabó con la vida de su exmujer y del hijo de esta, no se escondía de la Policía. Más bien al contrario. Ello, unido a las dotes fisonomistas de dos agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), adscritos al distrito de Latina, que le vieron ayer por la mañana cuando estaban libres de servicio en un parque de Tetuán, propiciaron su detención.

Mounir Ayad, un carpintero marroquí de 37 años, estaba siendo buscando desde hace 28 días, cuando huyó tras ensañarse con su expareja Raquel López Airas, de 44 años, a la que asestó más de 15 cuchilladas y acabar con la vida de hijo de ella, de 12 años, justo el día del cumpleaños del menor.

Fue el primer episodio de violencia machista de este aciago mes de mayo en el que ha habido otros tres casos más. Raquel, natural de Éibar (Guipúzcoa), no había puesto ninguna denuncia por malos tratos y convivió con su ex más de una década. No se saben aún las causas de este crimen atroz, cuyas actuaciones han sido declaradas secretas por el juez.

Ensañamiento

Lo cierto es que la detención se produjo sobre las 10.30 horas cuando los agentes Alberto, de 41 años, y Lorena, de 36, estaban paseando por el Parque de Agustín Rodríguez Sahagún. Los rasgos de un individuo que estaba solo, sentado en un banco, les resultaron sospechosos.

«Nos sonaba de haberle visto en los medios de comunicación por algún suceso. Consultamos a la sala del 091 su identidad y nos confirmaron de quien se trataba», explicaron. Acto seguido, se dirigieron a él, le mostraron su placa y le arrestaron como presunto autor del doble homicidio. No opuso resistencia alguna, se mostró tranquilo y se limitó a decir: « Estoy muy arrepentido, muy arrepentido». Demasiado tarde.

«Estoy satisfecha de que un sujeto así vaya a prisión», explico Lorena a los periodistas. Es la primera vez en la década que lleva en el Cuerpo que detiene a un implicado en un delito de sangre. No así su compañero, Alberto, de la misma promoción, que ha participado en más casos de este tipo. «Aunque sea tu día libre no desconectas; es deformación profesional», replicó él, que llevaba su arma reglamentaria en el parque.

La víctima regentaba un bar en San Sebastián de los Reyes con una amiga. Estaba muy contenta con el negocio y con su hijo, que «Mounir consideraba como suyo», explicó a ABC Arantxa, una tía de la difunta, que vive en Éibar. «Ella no hablaba de él, la relación debía ser distante», indicaba la mujer, tras decir que «ella venía mucho a Madrid y jamás le he visto». No obstante, precisaba que el presunto criminal pasaba temporadas en Francia trabajando.Raquel deja dos hijos huérfanos, de 15 y 18 años, que viven con su primera marido en Bilbao.

Mounir contaba con antecedentes por violencia e intimidación y homicidio en grado de tentativa.