Las dos armas de fuego que llevaba, una de ellas, manipulada ABC
Fuencarral-El Pardo

Pánico en el súper por un atracador que, al no poder robar, huyó y trató de disparar a la Policía Municipal

Los agentes le siguieron por la calle, ayudados por la gente, que les indicaban por dónde iba. Una de las dos armas que llevaba estaba cargada

Madrid Actualizado: Guardar
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Ocurrió el miércoles cerca de la hora del cierre en un supermercado de la cadena Día situado en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Un hombre de 55 años entró en el comercio, situado en el número 44 de la calle de Sarria, minutos antes de las 21.30 horas, cuando pensaba que habría más recaudación. Por la disposición del local, se vio obligado a coger un producto de escaso valor y se colocó en la fila. Cuando llegó su turno, sacó un arma de fuego, amenazó a la cajera y le exigió el dinero.

Al ver la pistola, los clientes comenzaron a gritar y se vivieron momentos de pánico entre los que se percataron de los hechos y quienes oyeron el barullo sin saber qué ocurría.

De inmediato, se escucharon las sirenas de la Policía Municipal –alguien de la tienda les avisó–, por lo que el delincuente, viendo su plan frustrado, huyó a la carrera. Los agentes de la Unidad Integral de Fuencarral le persiguieron por la vía pública, alertados de que iba armado por los testigos de la tienda, siguiendo las indicaciones de los viandantes que les iban explicando qué trayectoria seguía.

A pesar de que le dieron el alto varias veces, el atracador hizo caso omiso de las indicaciones. Poco después le daban alcance a la altura del número 8 de la calle de Ponferrada, tras una corta carrera. El caco opuso resistencia y no colaboró.

Le tuvieron que derribar

Cuando los funcionarios se disponían a acercarse a él para esposarle, se levantó la camiseta y trató de sacar la pistola que llevaba para dispararles. No lo logró. Se echaron encima de él, sujetaron el arma y lo impidieron, según ha podido saber ABC. Una pareja de agentes de la Policía Nacional que acudió hasta el lugar les ayudó a inmovilizarle y engrilletarle. El malhechor resultó ser J. F. P.

Al ser cacheado, los agentes descubrieron que llevaba dos armas: una pistola de fogueo modificada, lista para ser usada, seis cartuchos nuevos y otra de aire comprimido.

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