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Íñigo Errejón, a las puertas del CIE de Aluche, este miércoles - EFE

El motín en el CIE desata una bronca política

Un sindicato alertó hace una semana a la Policía de que internos argelinos estaban preparando una inminente fuga, pero no se reforzó la vigilancia

MADRID Actualizado: Guardar
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El motín en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche acabó ayer, después de doce horas, de manera pacífica y dialogada. Pero la pelea sigue abierta ahora en la arena política, donde las tres Administraciones (Gobierno central, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de la capital) se han enzarzado en un cruce de reproches que, principalmente, se centra en la actitud del Consistorio de Manuela Carmena. Tampoco se han quedado libres de críticas algunos mandos de la Policía Nacional. Un sindicato advirtió por escrito, una semana antes, de que se estaba preparando una rebelión con fuga en las instalaciones. Pero no se incrementó la vigilancia.

Todo empezó cuando, al filo de la medianoche de ayer, tras dos horas de motín, se presentaron ante el complejo de la avenida de los Poblados nada menos que cuatro concejales de Ahora Madrid: Carlos Sánchez Mato (Economía y Hacienda, y Vicálvaro); Esther Gómez (Carabanchel y Latina); Guillermo Zapata (Villaverde y Fuencarral-ElPardo) y Javier Barbero (Seguridad, Salud y Emergencias).

También lo hizo el diputado nacional de Podemos Rafael Mayoral. Estos políticos insistieron en entrar en el CIEpara hacer de mediadores y exigieron información a los agentes allí desplegados sobre la situación que se estaba viviendo.

Los ediles, explicó la Policía, no pidían tomar un papel activo en esa negociación porque carecen de potestad

Como es lógico, el mando de la Unidad de Intervención Policial (UIP) o «antidisturbios» les explicó que ellos no podían tomar un papel activo en esa negociación. Los ediles carecen de cualquier tipo de potestad en este sentido. Sin embargo, con Barbero a la cabeza, insistieron en ello, mientras que algunos concejales y líderes de Podemos, como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, comenzaron a verter críticas a través de sus cuentas de Twitter. Lo mismo hizo la presidenta de los distritos de Carabanchel y Latina.

Cruzada contra el CIE

Se da la circunstancia de que, desde hace unos meses, Ahora Madrid se ha embarcado en una cruzada para cerrar el CIE, algo que totalmente se escapa de sus competencias, pues dependen del Ministerio del Interior. La propia Carmena llegó a decir no hace mucho que iba a clausurarlo, en la línea de lo que también pretende su homóloga barcelonesa, Ada Colau. Los miembros de Podemos Gloria Elizo y MarceloExpósito sí pudieron entrar ayer en el centro, por su calidad de diputados del Congreso.

El delegado Sánchez Mato fue ayer uno de los más duros: «Es inadmisible en un Estado de Derecho del siglo XXI la vulneración de los derechos fundamentales». La regidora no se quedó callada: «Los integrantes del CIE son vecinos de Madrid y hay que repensar su situación y ver la manera para que no continúen en un internamiento muy parecido al régimen carcelario».

La presidenta de la Comunidad de Madrid y exdelegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, afeó las palabras de la exjuez: «Si lo que se quiere es mediar, bienvenido sea. Si lo que se quiere es interferir, pediría al Ayuntamiento que se dedique a limpiar la ciudad, que esto está cada vez más sucio, y que controlen un poco el tráfico, que esta mañana [por la de ayer] ha sido un desastre absoluto».

Derechos humanos

La delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, se refirió ayer a la polémica levantada por el Ayuntamiento recordando que los ediles no tienen capacidad para mediar en ese tipo de conflictos: «En el ofrecimiento estoy de acuerdo, porque las administraciones tenemos que colaborar siempre, pero llegar a decir que van a vigilar que se cumplan los derechos humanos... No se puede poner en tela de juicio que la Policía no los cumple, porque no lo admito y no procede».

Pero las críticas también cayeron sobre los mandos policiales. La Unión Federal de Policía (UFP) remitió un escrito el 11 de octubre al comisario principal Antonio Martín Zaragoza, segundo responsable de la Jefatura Superior de Madrid, en el que advertía de que por «informaciones que proceden de algunos de los internos, así como del personal laboral (enfermeras y cocineras), se cree que por parte de los internos argelinos se está preparando un amotinamiento y posterior evasión del centro, de forma muy similar a lo ocurrido en el CIEde Murcia».

El escrito añadía: «Se realizaría de forma inminente en los turnos de tarde-noche, para lo cual tomarían como rehén a personal laboral, a ser posible, y si no a un funcionario de policía. Los internos han ido manipulando efectos como un pantalón del CNP, cepillos de dientes, barras, tijeras, cuchillas de afeitar, hasta convertirlas en armas como punzones y pinchos». El mando policial respondió que esa información «era antigua».

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