Ley de accesibilidad

Un día en el metro con El Langui

El compositor de rap «El Langui» pasa una mañana en el suburbano madrileño y comparte con otros viajeros sus experiencias en el transporte público

José Manuel Montilla «El Langui» en la estación de metro Paco de Lucía ABC

ABC para Metro de Madrid

Juan Manuel Montilla siempre ha sido muy combativo: «Reivindico que las personas con movilidad reducida podamos usar el metro como los demás». Con una camiseta que luce el lema «Estaciones adaptadas ya» , El Langui se adentra en el suburbano y cuenta a ABC su historia: «Soy del barrio Pan Bendito y para poder hacer mis tratamientos siempre he tenido que desplazarme en Metro porque los hospitales están en la otra punta de Madrid. Desde pequeñito he necesitado un transporte adaptado. Mi madre ha cargado conmigo desde que tengo 4 años. Pero conforme pasaban los años, se le hacía, lógicamente, cada vez más difícil. De ahí que reclame desde siempre un transporte público adaptado, la reivindicación la llevo por dentro».

Sin desistir en su reivindicación, él mismo reconoce que el metro de hoy no tiene nada que ver con el de entonces. Hoy es accesible el 63% de la red suburbana madrileña, que tiene más escaleras y ascensores que los metros de Nueva York, Londres y París juntos (solo Shanghai le supera). Es por eso que El Langui da las gracias, pero con reservas: «Cada vez que veo una estación adaptada digo «Ole» y le doy las gracias a Metro, pero falta mucho por hacer, mucho«, sentencia. «Es un derecho universal, yo pago igual que el resto».

La Ley de accesibilidad

Ni Metro ni la mayoría (por no decir ninguna) de los grandes espacios y edificios afectados por la Ley de Accesibilidad cumple la normativa, que fijaba el 4 de diciembre de 2017 como fecha para alcanzar la accesibilidad plena. Esa misma ley también habla de realizar las «modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas [(a las necesidades específicas de las personas con discapacidad)] que no impongan una carga desproporcionada o indebida», es decir, que no supongan un coste económico elevado; que sean «ajustes razonables» .

Con 300 km de red y 294 estaciones, esta adaptación requiere grandes inversiones . «Es una normativa europea y ningún otro metro está realizando el esfuerzo y las adaptaciones que estamos haciendo en Metro de Madrid, porque para Metro es una prioridad facilitar a todos los usuarios el acceso a nuestras instalaciones», explican desde el suburbano. «Hay que tener presente que las actuaciones necesarias plantean labores técnicamente complejas con altos costes asociados, que limitan y condicionan su ritmo de implantación».

Y no es sólo una cuestión de presupuesto. También influyen las condiciones propias de la red, que tiene casi cien años. Las condiciones que se exigían a los terrenos para construir una estación hace 60 años no son como los requisitos y la visión actual. «Hay estaciones que no tienen la profundidad ni el espacio (especialmente las del centro) necesarios como para hacer grandes obras que permitan cumplir los niveles de accesibilidad requeridos en la actualidad», añaden.

El Plan de accesibilidad prevé una inversión de 1 45 millones de euros hasta 2020 , y contempla la instalación de más de 80 nuevos ascensores en 32 estaciones , de manera que el 73% de la red será accesible en esa fecha, frente al 63% actual. El plan y todas las medidas complementarias vinculadas (pavimentos tacto visuales en borde de andén, zonas de seguridad y encaminamientos, paneles informativos en braille y altorrelieve para ascensores y pasamanos de escaleras fijas, sistemas de apertura fácil para puertas, entre otros) están consensuados con el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad y cuentan con el visto bueno del CERMI.

Con los pies en el suelo

Como lleva toda su vida cogiendo el Metro, El Langui atesora muchas anécdotas que resume con una categórica frase: «Cada vez que cojo el Metro me siento vivo, con los pies en el suelo, en el sentido de que es multicultural, hay gente de todo y por eso se aprende mucho. También destaco la amabilidad de la gente, muchos te ayudan sin pensar. Hay gente que me ha ofrecido hacer el recorrido entero conmigo sin pensarlo».

Su experiencia personal le lleva a recomendar sin pensar el uso del suburbano: «Invito a la gente a cogerlo, porque es rápido, necesario y se ha hecho una inversión importante, te quita el estrés que te puede dar el coche y llevas el día mejor, además de que es un medio para luchar contra la contaminación… ¡Son todo ventajas!» Pero una vez más, recuerda la necesidad de no olvidar a quienes tienen dificultades para disfrutarlo: «Que una persona en silla de ruedas o con movilidad reducida no necesite para viajar ningún tipo de ayuda».

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