Memoria HistóricaLos veteranos de la Legión llevarán a Carmena a los tribunales si retira la calle a Millán Astray

Los veteranos de la Legión prometen defender hasta su último aliento la calle de su fundador en Madrid. Hasta trece hermandades de Antiguos Caballeros Legionaros de toda España se concentraron este jueves en el Casino Militar de Madrid para tratar de desmontar los argumentos del Comisionado de la Memoria Histórica sobre la vía de Millán Astray, incluida entre las 27 propuestas para eliminar del callejero de la capital por sus referencias franquistas. «Se ha abierto una campaña de revanchismo y no nos rendiremos hasta que se limpie el nombre del general (Millán Astray)», aventuró el teniente coronel José Pérez Recena durante el acto. Y advierten, si desaparece la calle, recurrirán a la Justicia.

El principal argumento esgrimido por los exlegionarios es que la calle de Millán Astray no puede regirse bajo el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica

. «Tenemos informaciones publicadas de diarios de la época que demuestran que su instauración fue muy anterior al comienzo de la guerra», declaró el antiguo legionario Guillermo Rocafort. A su juicio, el grupo de expertos que dirige Francisca Sauquillo está equivocado en su valoración porque la calle de Millán Astray figura en el callejero desde 1925, y la ley alude únicamente a la Guerra Civil y al Franquismo.

El segundo pilar que sostiene su justificación es que apenas tuvo influencia en RNE, considerada por el Comisionado como una herramienta de propaganda franquista. Aunque sí la fundó, el mismo día que se comenzó a emitir él abandonó sus funciones.

El Comisionado de la Memoria Histórica propone que la calle del General Millán Astray, en el distrito de Latina, sea rebautizada como Avenida de la Inteligencia, en alusión al encontronazo que el militar tuvo con Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca, en 1936. Los veteranos de la Legión sostienen que la famosa discusión, en la que Millán Astray espetó «¡Viva la muerte!» y el escritor contestó «¡Viva la inteligencia!», es fruto de la «tergiversación» de la Historia, y nunca fue en tales términos. Bajo estos tres argumentos, además de su labor social durante la posguerra, las hermandades solicitan que el Ayuntamiento recapacite en su empresa y no elimine la calle con el nombre de su fundador.