La familia Ansorena lleva diseñando y vendiendo joyas desde 1845
La familia Ansorena lleva diseñando y vendiendo joyas desde 1845 - BELÉN RODRIGO
Comercios centenarios de Madrid

Las joyas reales de Ansorena

En sus talleres se realizaron importantes piezas como una diadema con brillantes conocida por «la de Flores de Lis» y el collar «de chatones» para la boda del rey Alfonso XIII con doña Victoria Eugenia

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En el reinado de Alfonso XIII el joyero Ramiro García-Ansorena era hombre de confianza del monarca, quien acudía con frecuencia a la Casa Real. Con motivo de su boda con doña Victoria Eugenia, diseñó junto a su padre José María las joyas más importantes que se iban a lucir en el enlace real como una diadema con brillantes conocida como la de «Flores de Lis» y el collar «de chatones». Alfonso XIII regalaba a la Reina dos brillante iguales el día de su cumpleaños, y en algunas ocasiones también en Navidad. «De esta manera, pasó de ser una gargantilla de brillantes a ser el collar más valioso de todas las joyas de la Reina», recuerdan en Ansorena.

Elena Mato García-Ansorena poco conoció a su abuelo Ramiro, porque falleció cuando apenas tenía 3 años, pero recuerda bien las historias que contaba su abuela y se sigue inspirando en sus cuadernos de dibujo que logró salvar durante la Guerra Civil.

«Mi abuelo era un gran dibujante, con una precisión increíble y sigo diseñando mirando sus trabajos», explica a ABC Elena, directora de la joyería Ansorena.

Esta casa, que hoy integra también una galería y subasta de arte, fue fundada en 1845 por Celestino de Ansorena y Alejandre, en Espoz y Mina, 1, conocida en aquella época como «la Calle de los Joyeros». La Reina Isabel II le encargó el dibujo y posterior realización de la Tiara Papal que regalaría a Pío IX y en 1860 fue nombrado «Joyero y diamantista de la Real Casa». Su sucesor, su yerno José María García, recibió junto a su hijo Ramiro otro encargo de los que han hecho historia: realizar la corona de la Virgen del Pilar. Treinta y tres operarios trabajaron 44 días para realizar dicho encargo que fue bendecido por el Papa Pío X en Roma, llegando a Zaragoza el día 20 de mayo de 1905.

Guerra Civil

«Durante la guerra se perdieron archivos para poder salvar la vida de mucha gente», recuerdan en la casa. Los cuadernos de dibujos que el abuelo logró salvar se guardan como un verdadero tesoro. En el conflicto bélico se perdió prácticamente todo «y el negocio lo levantaron de nuevo con las joyas que mi abuela había conseguido guardar en la faja», recuerda Elena. Se trasladaron a Alcalá 52 y fue muy importante el apoyo de un grupo reducido de clientas que habían del entorno de la reina Vitoria Eugenia.

Collar de chatones
Collar de chatones - DR

La única hija de Ramiro, Paloma, se casó con Alfonso Mato, también de familia de joyeros. Sus seis hijos (la quinta generación de la familia Ansorena) están ahora al frente del negocio. Jaime Mato García-Ansorena es el consejero delegado de la sociedad anónima, Cristina la directora de la galería, Elena la directora de la joyería y los otros tres hermanos son consejeros. «Con papá hemos aprendido el negocio, viendo las piedras, observando», subraya Elena. Reconoce que la trayectoria familiar de la joyería «ha sido fabulosa, con una calidad magnífica de los materiales, un diseño muy clásico y las piezas muy bien hechas». Con taller propio, en él siguen trabajando las nuevas generaciones de las antiguas familias de joyeros.

Sala de subastas y galería de arte

Cuadros expuestos para la subasta
Cuadros expuestos para la subasta - B.RODRIGO

En 1974 se inaugura la Sala de Subastas de pintura, joyas y objetos de arte, siendo una de las pioneras en España. «Fue una apuesta de Alfonso Mato como una nueva rama de negocio, cuando apenas nadie se dedicaba a ello», destacan en la casa. Actualmente realizan una subasta mensual tanto de joyas como de cuadros y mobiliario. Tal y como les gusta recordar en Ansorena, «es una subasta abierta al público, donde encontramos piezas de muy diverso precio». E invitan a que visiten antes las piezas expuestas, «como quien va a un museo». Son objetos de arte de particulares, «que han sido analizadas por un conjunto de expertos de cada época artística lo cual da mucha confianza al comprador», matizan. Más tarde, en 1986, se abre una tercera rama del negocio, la galería de arte, con exposiciones mensuales con las que se pretende dar mayor conocimiento de la pintura nacional contemporánea.

Joyería de referencia

«No somos exclusivos en precio sino en calidad», resalta Elena Mato García-Ansorena. En esta casa quieren que todos sus clientes se sientan cómodos y les tratan por igual. Tienen clientes muy fieles, de Madrid, de otros lados de España y del extranjero. Entre los cambios más notorios de la sociedad española a la hora de comprar joyas en Ansorena notan que «la juventud de hoy entiende menos, buscan otras cosas, no dan valor a estas piezas de arte». Los señores, por el contrario, «siguen siendo los que más regalan joyas a las mujeres y les gusta mucho, se interesan por la calidad de las piedras», añaden.

Entre sus últimos pedidos más mediáticos se encuentra el de la tiara que el todavía príncipe Felipe regaló a la princesa Letizia. «La diseñó mi padre, se hizo una intensa selección de perlas para elegir seis parejas maravillosas. La tiara se desmonta y el broche lo ha utilizado con frecuencia en las bandas para los actos oficiales mientras que la tiara la utilizó por primera vez el año pasado», cuenta Elena.

La sexta generación de la familia Ansorena está formada por 22 jóvenes, el pequeño con 16 años, y a todos les gusta el arte. La sucesión está asegurada.

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