Hoy, huelga de Metro de 6.30 a 9 horas

Ayer fue el segundo día de la huelga de trabajadores que Metro de Madrid convocó durante la semana pasada y, al igual que el sábado, la jornada transcurrió con total normalidad. El día estaba marcado por la celebración de la Copa del Rey, que enfrentaba al Barcelona contra el Sevilla. Durante la semana, las previsiones de disminución de frecuencia entre convoyes para este evento vaticinaba el caos en las estaciones, ya que más de 40.000 aficionados acudirían al partido.

Sin embargo, los trenes de la línea 5, la que conecta la zona centro (Callao, Gran Vía) con Pirámides (la estación cercana al Estadio Vicente Calderón) circulaban con una frecuencia habitual, incluso menor que cualquier otro fin de semana.

«Parece que hayan reforzado el metro para el partido», comentó uno de los seguidores del Sevilla que se dirigía hacia el estadio a los pocos minutos de comenzar la huelga. La primera franja de paro se dio entre las 18.30 y las 21 horas, y la mayoría de vagones de las líneas más céntricas como la 1, 2, 3 y 5 estaban llenos y, además, los convoyes pasaban cada dos y cinco minutos.

Aunque la mayoría de los que se dirigían al partido ya se encontraban por los aledaños del estadio o por los bares y «fan zones» habilitadas para ellos, los trenes continuaron transportando viajeros con bufandas y banderas hasta una hora antes del encuentro.

Por su parte, muchos ciudadanos que esperaban al metro en las estaciones de las citadas líneas negaron sentir las reivindicaciones en este domingo. «Vinimos ayer para ver a Bruce Springsteen desde Burgos mi marido y yo. Habíamos visto en las noticias que habría huelga y el sábado fuimos andando por si acaso, pero hoy he cogido el metro y no he notado nada», admitió María Jesús, que tanto ella como su marido aprovecharon el fin de semana del concierto para visitar la ciudad.

A pesar de que los paros ya se habían producido un día antes, todavía algún usuario despistado no lo sabía. «No tenía ni idea de que había huelga, yo voy a Atocha y, como he bajado las escaleras y ya estaba el metro aquí, no me influye», comentó un padre con su hija. En el exterior, los autobuses que recorrían el trayecto similar a las líneas de metro iban llenos. El agobio de gente en las estaciones obligó a muchos a tomar este medio de transporte. Ante el miedo de no poder volver en el suburbano después del partido, muchos aficionados preguntaban a los agentes de seguridad, que les tranquilizaron confirmando que sí habría convoyes. Es más, hubo refuerzo de «búhos» y de Cercanías de Renfe por la final de Copa del Rey.

Curiosamente, algunas de las personas que sí notaron el paro, lo hicieron en las direcciones opuestas a lo que fue el centro neurálgico del día. «Los fines de semana el tren suele tardar unos siete minutos, pero que tarde nueve minutos no es lo habitual», explicó Gema, que se dirigía hacia Alameda de Osuna en la línea 5. No obstante, la joven no se decantó por el autobús para desplazarse. «No vale la pena», admitió.

UGT:«Esto es un aperitivo»

Pese a la normalidad, los sindicatos volvieron a calificar de «éxito» la protesta. Teodoro Piñuelas, de UGT, dijo que el seguimiento se aproximaba casi al cien por cien. E hizo un aviso a navegantes: «Espero que algún político dé la orden a la compañía para desbloquear la negociación del convenio, de lo contrario, estos paros «serán solo un aperitivo de lo que puede venir después». Así, aludió a que la huelga sería en días laborales, como la de hoy, cuando acaban las protestas, de 6.30 a 8 horas. Negó que sus reivindicaciones tengan que ver con días de vacaciones ni libres. «Reto a Cifuentes a explicárselo todo en Telemadrid».