Caso Coslada

Ginés, sobre la acusación de blanqueo: «Me gusta tener dinero en casa, he guardado hasta 110.000 euros»

Sobre los 600.000 euros para comprar dos pisos, dijo que uno era para su hijo y que un empresario le prestó 120.000 euros Del segundo, a nombre de su mujer, pagaron los 85.000 euros de entrada con el fin de venderlo tras la entrega de llaves

De San Bernardo
M. J. Álvarez

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No. No cené gratis. No exigí dinero a locales ni ordené realizar inspecciones a los que no lo hacían. Todas esas negaciones y otras similares las repitió ayer como un mantra Ginés Jiménez Buendía, el exjefe de la Policía Local de Coslada , conocido como el «sheriff Ginés» , acusado de encabezar una supuesta mafia policial que culminó con su detención el 8 de mayo 2008, por la que se sienta en el banquillo junto a otras nueve personas, seis de ellas funcionarios y subordinados suyos.

«Los agentes me acusaron por presiones policiales de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado ( Udyco ). Dijeron que recibí dinero para no cerrar locales; de forma coercitiva pudieron llegar a decir hasta que maté a Manolete sí con ello salían en libertad». Así respondió Jiménez a preguntas del representante del Ministerio Fiscal quien le dijo que explicara porqué varios procesados le acusaban de dichas coacciones. Ese fue su otro mantra, culpar a los investigadores del caso Coslada o Bloque.

El principal imputado por la presunta trama de corrupción policial se explayó durante las dos horas de interrogatorio en la tercera jornada del juicio, celebrado en la Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid, en la que contestó también a las preguntas del abogado de la acusación particular ejercida por el Ayuntamiento de Coslada.

Jiménez, acusado de extorsión, amenazas, cohecho, depósito y tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales por el fiscal, que se enfrenta a 26 años y ocho meses de cárcel, negó todos los cargos, entre ellos, coaccionar a dueños de locales con frases como «todo se arregla con dinero menos la muerte o a ver si esta Navidad me mandas algo». Dijo que él abonaba siempre todas sus consumiciones y que no pidió ni 600 ni 3.000 euros a nadie.

También dijo que era falso que hubiera apuntado con una pistola en la sien a la dueña del bar La Caleta. «Se la conocía como Antoñita la Fantástica », ironizó Ginés. En su estrategia de echar balones fuera, agregó: «Nunca he exigido nada ni a ella ni a nadie. Su negocio cerró porque iba mal. Yo no clausuraba locales ni realizaba inspecciones para molestar. Las patrullas actuaban de oficio, a petición vecinal o de Urbanismo», replicó, a preguntas del fiscal.

«Conteste, esto no es una conversación»

Jiménez indicó que «las inspecciones se hacían en locales conflictivos. Yo no otorgaba licencias sino el área de Urbanismo. A veces la gente acudía a dependencias policiales para informarse de los trámites para abrir un negocio o para presentar la documentación requerida. Soy muy cercano , y si un ciudadano quería hablar conmigo, le recibía», se justificó. Ayer habló tanto que el presidente de la sala le tuvo que llamar la atención. «Conteste, esto no es una conversación».

La segunda parte del interrogatorio se centró en el presunto delito de blanqueo de capitales, del que también están acusados su mujer y su hijo. En el registro de su casa, tras ser detenido, la Policía halló 23.000 euros. «Eran para comprarle un coche a mi hija», aseveró Jiménez. Y detalló su particular filosofía de vida : tener dinero en casa y en el banco, lo justo para pagar los recibos domiciliados, unos 800 euros al mes. «He llegado a tener hasta 110.000 euros en la caja fuerte. No hay ninguna ley que lo impida».

Sobre el origen de sus ingresos, el exjefe policial aseveró que cada mes cobraba unos 5.000 euros , al margen de otras cantidades que recibía por eventos. Otra parte eran de una herencia de su mujer y de lo que le daban sus hermanos que regentaban bares. Sus cuenta corriente aumentó a partir de 2006 y 2007, con 48 ingresos por un total de 56.000 euros porque cambió de opinión.

Interrogado sobre los 600.000 euros que destinó a comprar dos pisos , Jiménez se defendió. «Uno era para mi hijo, un empresario amigo le prestó 120.000 euros, yo, 36.000 y el resto lo puso él de sus ingresos y ahorros». Agregó que ganó entre 60.000 y 70.000 euros en cuatro años por su actividad como relaciones públicas en discotecas. Tenía entonces 21 años.

«No tenía casi nada a mi nombre porque salí en unos papeles del Grapo y me lo aconsejó la Guardia Civil como medida de autoprotección»

En cuanto al que adquirió a nombre de su mujer, por valor de 400.000 euros, adujo que era una inversión: «No teníamos ese dinero, nos hipotecamos y pagamos los 85.000 euros de entrada con la intención de venderlo cuando nos dieran las llaves». Dijo que no tenía nada a su nombre porque salió en unos papeles del Grapo en 2001, por eso tampoco figuraba en las operaciones bancarias como medida de autoprotección por consejo de la Guardia Civil .

Al comienzo de la sesión de ayer el presidente del tribunal decidió no suspender el juicio , a la espera de una prueba telefónica solicitada por la defensa de Ginés, sobre una conversación con la juez decana de Coslada.

Sobre el delito de cohecho impropio, del que se acusa a cinco de los seis agentes imputados y que según los defensores prescribe a los tres años , el juez José Luis Sánchez Trujillano, dijo que se yuxtaponen tres legislaciones distintas y que este asunto se dilucidará a la hora de redactar la sentencia. Una cuestión que vulnera el derecho a la defensa, según sus letrados, y que es susceptible de casación, según indicó el abogado de Jiménez al que hoy responderá su cliente.

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