Un fortín de Castellana a Cibeles

El despliegue policial en torno a la Cabalagata principal de Madrid convirtió el centro en un «fortín», habida cuenta de la alerta 4 por posibles atentados en la que se encuentra España. La premisa era blindar la ciudad, pero sin afear el desfile de Sus Majestades de Oriente. Y, a la luz de los resultados, fue todo un éxito.

Alrededor de mil agentes, entre municipales y nacionales, formaron parte del despliegue, en cuyo perímetro, que cubría cuatro distritos, se estableció un doble cordón de seguridad. Una de las novedades este año, como se ha venido explicando, ha sido la prohibición de circular por el entorno a camiones de más de 3.500 kilos de masa máxima autorizada. También, la colocación de elementos pesados en los accesos principales, como bolardos, maceteros y hasta furgones de los «antidisturbios» de la Policía.

Todo, para evitar ataques como los sufridos en Niza y en Berlín.

El dispositivo especial ha estado comandado por la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, y en el caso de Madrid, coordinado por la Delegación del Gobierno, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital.

Como adelantó ABC, se puso especial celo tanto en los conductores de las carrozas como en estos vehículos. Por un lado, se elaboró un listado de los camioneros y se comprobó que ninguno tuviera antecedentes. Ayer, antes de salir de la nave de Arganda donde se guardaba la Cabalgata, volvieron a comprobarse las filiaciones de los conductores y las matrículas. También documentación como las ITV o los seguros de los vehículos. Nada se podía quedar en el aire.

Asimismo, en el recorrido desde Arganda del Rey a Nuevos Ministerios, tanto las carrozas como los chóferes fueron escoltados por la Policía Municipal.

Ya sobre el terreno, en la zona del cortejo hubo restricciones a coches y peatones. El punto más conflictivo fue el puente de Eduardo Dato, por encima del paseo de la Castellana, que fue cortado a todo paso para evitar un riesgo de atentado.

«Find&Rescue»

La Cabalgata de Reyes Magos de ayer fue también la oportunidad para que el Samur probara en un entorno real un nuevo sistema de gestión telemática llamado «Find&Rescue», por el que estos profesionales podrán estar localizados exactamente en grandes aglomeraciones y detectar si sufren algún problema como caídas o zarandeos.

Con respecto a los sanitarios, fueron desplegados 300 miembros del Samur y de Protección Civil, con 41 unidades móviles. A lo largo del itinerario hubo tres Unidades de Soporte Vital Avanzado, ocho Unidades de Soporte Vital Básico, 12 bicicletas, ocho motos, tres Vehículos de Intervención Rápida y 40 equipos de Protección Civil.

Asimismo, Metro de Madrid reforzó el servicio en numerosas líneas para atender el crecimiento del número de usuarios. De esa manera, también se ayudó a paliar los desvíos de las numerosas líneas de autobús de la EMT que habitualmente circulan por la zona.