Varios maleteros ilegales en el exterior de la T4 de Barajas
Varios maleteros ilegales en el exterior de la T4 de Barajas - DE SAN BERNARDO

El euro que atrajo a las mafias al aeropuerto de Barajas

Los maleteros ilegales llegaron al complejo madrileño justo cuando se empezó a cobrar por usar los carros portaequipajes

Madrid Actualizado: Guardar
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La planta de arriba, para los búlgaros. La de abajo, para los africanos. Quien quiera emociones fuertes, arriba. Quien prefiera un trato más amable y un servicio más económico, mejor que se quede abajo. Así se reparten las mafias, al menos hasta el viernes, los accesos a la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas donde, todos los días, decenas de individuos se ofrecen de forma ilegal a los viajeros para llevar sus maletas en los carros portaequipajes del complejo, un servicio por el que cobran cantidades muy superiores al precio oficial estipulado para disfrutarlo: un euro.

No son difíciles de localizar, puesto que aguardan la llegada de taxis, autobuses o coches particulares en el exterior de las terminales, donde también se hacen con los carritos portaequipajes que se encuentran apilados.

Son conocidos entre el personal del aeropuerto como «gorilas», por eso de que son capaces de transportas kilos de maletas en un solo viaje, aunque muchos de ellos —especialmente los africanos— no lucen cuerpos esculturales, sino más bien lo contrario.

«Si consiguen 50 euros, dejan su sitio a otro»

«Tenemos contabilizado que preparan un desfalco de unas 280 fichas al día», confirma un empleado de la Terminal 4 al ser preguntado por ABC. Unos metros más allá, sin disimulo, estos individuos se ponen manos a la obra: ha llegado un autobús plagado de potenciales clientes y es momento de aparcar esa siesta con la que reponen fuerzas entre «horas de oficina».

Dicen que piden la voluntad a cambio de llevar las maletas de los viajeros, pero el trabajador que día a día recoge estos mismo carros reconoce que no es así. «Ellos miran a los viajeros y los analizan», suscribe antes de confirmar que, en ocasiones, han llegado incluso a «sacarles 50 euros»: «Si les dan una cantidad que no les satisface, piden más», aclara.

No es nuevo

Para Cayetano Conesa, portavoz del sindicato CSIF en AENA, la situación «estaba fuera de control» desde el momento en el que se implementó una medida, hasta entonces, poco habitual en el resto de complejos españoles: «Surge cuando AENA implanta el sistema de pago por los carros al precio de un euro, ahí se genera el negocio que atrae a las mafias».

Un maletero en los aledaños de la T4
Un maletero en los aledaños de la T4 - DE SAN BERNARDO

Estamos hablando del año 2013 y se esperaba que la medida ahorrara 3,2 millones de euros por ejercicio. Sin embargo, la apuesta únicamente ha durado tres años, un periodo en el que los maleteros ilegales se han multiplicado con rapidez. «Son muchísimos y están aquí todos los días. Esta mañana a primera hora, por ejemplo, he llamado la atención a unos diez o quince», confirma uno de los miembros del equipo de seguridad del aeropuerto, quien denuncia la peligrosidad de oponerse a estas personas. «Normalmente les decimos que dejen el carro, porque mucho más no podemos hacer», lamenta el guardia, quien también alerta de que, en ocasiones, especialmente los «gorilas» búlgaros, no atienden de buen grado sus peticiones: «A veces se ponen agresivos e incluso tenemos que llamar a la Policía».

Organizados

Todos los trabajadores del aeropuerto consultados por este diario coinciden al señalar que, si ellos tienen muy claro quiénes son los individuos que se dedican a este negocio ilegal, las mafias también saben a la perfección, además, los horarios de los guardias que les vigilan y la planificación de los vuelos del día. «Algunos se sacan una pasta; están muy bien organizados», coinciden los estos profesionales, que muchas veces tienen que jugar al «gato y al ratón» con estos individuos: «Saben nuestros horarios y, cuando vamos para un lado, ellos aparecen por el otro». Tal es la profesionalización de este negocio al margen de la ley que, como descubre el portavoz sindical, cuando los «gorilas» consiguen una cierta cantidad de dinero, se marchan y dejan su sitio a otro compañero. «Si llegan a 50 euros, abandonan la zona para que el siguiente pueda entrar y llegar a su cupo. Es una mafia», suscribe Conesa.

Tres años después de su llegada, mañana puede ser el último día de «trabajo» de los «gorilas» en las terminales. El viernes los carros volverán a ser gratis y previsiblemente las mafias se irán. Aunque esto, como el ahorro de 3,2 millones por cobrar por los carros, sólo es un vaticinio.

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