Dos policías municipales, por las calles del centro
Dos policías municipales, por las calles del centro - INMA FLORES
Sucesos

Escapa del psiquiátrico y ataca a la Policía: «¡Atrás, que disparo! ¡Os meto un tiro!»

Cuatro agentes, a los que lanzó un cuchillo, una escalera, un compás y dio mordiscos, acabaron lesionados después de que se atrincherara en el domicilio, en Lavapiés

MADRID Actualizado: Guardar
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La Policía Municipal detuvo el martes a un enfermo mental que se atrincheró en su casa, armado, tras fugarse del psiquiátrico. En la intervención resultó herido un agente. Se vivieron escenas de una violencia extrema.

A las 15.35 horas, indicativos de la Unidad de Apoyo a la Seguridad (UAS) recibieron un aviso de que, en un domicilio de la calle del Doctor Piga, en Lavapiés, se había atrincherado una persona muy agresiva y que lanzaba objetos contra los médicos del Summa y agentes de la Unidad Integral del Distrito Centro Sur. Les amenazaba, además, con un cuchillo.

Cuando minutos después los refuerzos llegaron al lugar, les manifestaron que el agresor había escapado del Hospital Clínico San Carlos, donde estaba ingresado por problemas psiquiátricos.

Al intentar acceder a la vivienda para hablar con él, detectaron que, además, había una acumulación de gas.

El contingente policial intentó entonces calmar al individuo, pero su respuesta fue lanzarles objetos de todo tipo y abalanzarse sobre ellos con un cuchillo. Los agentes recabaron información sobre la distribución del piso, si había más gente dentro y la posibilidad de que el trincherado hubiese tomado alguna sustancia o portara más armas.

Los policías municipales aseguraron la zona, tuvieron que derribar la puerta... Pero, nada más entrar, el enfermo mental se abalanzó contra ellos con una gran escalera metálica, un cuchillo y un compás. Luego, se escondió junto a un armario, en la más absoluta oscuridad.

Desde ese punto, con el brazo derecho escondido debajo de un jersey, simuló que portaba un arma de fuego: «¡Atrás, que disparo! Si queréis, me matáis, porque, si no, yo dos doy un tiro!», repetía.

Los funcionarios neutralizaron al sujeto en el fondo de la habitación, le pusieron las esposas... No sin dificultades, habida cuenta de que el espacio era mínimo, lleno de objetos, sin luz y, además, el hombre no cejaba en su agresividad.

Finalmente, el Samur Psiquiátrico trasladó al varón a la Clínica de la Concepción. Por el camino, llegó a morder a uno de los actuantes. Al final, hubo cuatro agentes heridos, que tuvieron que ser asistidos y trasladados a un centro hospitalario.

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