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Los servicios funerarios retiran, ayer, los cadáveres - ISABEL PERMUY

Doble crimen en Alcobendas«¡Acabo de matar a cuchilladas a Raquel y a nuestro niño!»

Un hombre asesina a su mujer y al hijo en Alcobendas, lo confiesa a su prima y se da a la fuga

MADRID Actualizado: Guardar
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«Te amo con locura, mi vida». Esto lo escribía hace apenas dos meses el que se ha convertido desde ayer, presuntamente, en el último criminal machista de nuestro país. Se llama Mounir Ayad, carpintero, marroquí, de 37 años y, al cierre de esta edición, se le buscaba por ser el único sospechoso del crimen de Raquel, natural de Éibar (Guipúzcoa), la destinataria de esas falsas palabras de amor, y de su hijo de 12 años.

Ocurrió en Alcobendas, municipio en el que esta familia convivía desde hace, al menos, tres años, tras mudarse de San Sebastián de los Reyes. La ironía quiso que la muerte visitara por partida doble, precisamente ayer, la calle del Dos de Mayo. Allí, en el bajo C del número 12, en un enorme charco de sangre, yacían cadáveres Raquel López Airas, española de 44 años, y su pequeño.

El supuesto «hombre de sus vidas» desde hacía más de una década era el que había acabado con ellas. También para el pequeño había tenido grandes muestras públicas de afecto: «Lo más grande y hermoso que tengo en este mundo».

Raquel López Airas
Raquel López Airas

Pero la máscara cayó poco antes de las diez y media de la mañana, cuando el sospechoso telefoneó a su prima: «Acabo de matar a cuchilladas a Raquel y al niño, están en la casa». Su interlocutora, como no podía ser de otra manera, se puso muy nerviosa, sobre todo cuando el homicida confeso cortó la llamada, sin dar más explicaciones. Ella, entonces, telefoneó al 112: «Algo ha ocurrido en la vivienda», manifestó a los servicios de emergencias.

Hasta el lugar se trasladaron efectivos de la comisaría de Alcobendas-San Sebastián de los Reyes, que comprobaron que el aviso era real. Los sanitarios del Summa no pudieron más que certificar el óbito y no manipularon los cadáveres, que presentaban bastantes cuchilladas en distintas partes del cuerpo, para no interferir en el curso de la investigación, informó Emergencias 112 Comunidad de Madrid. La casa estaba llena de sangre y revuelta.

La zona fue ampliamente acordonada y el caso ha caído en manos del Grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial. La tesis de la violencia machista es la única que manejan los funcionarios. En la vivienda también pasaron varias horas agentes de la Científica, recabando vestigios. Sobre las dos y media de la tarde, el juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas ordenaba el levantamiento de los cadáveres, a los que esta mañana se les practicará la autopsia.

Mounir no tenía denuncias por maltrato, pero sí antecedentes policiales por intento de homicidio

La madre de Mounir observaba frente al portal, en un coche, junto a otros dos familiares, rumiando su pena. Ataviada con un velo, era la encargada de limpiar el piso y cuidar del pequeño.

Raquel era una mujer de pelo moreno y rizado, complexión delgada y extravertida. Después de trabajar en la sidrería El Pelotari, alquiló un bar junto a una amiga, en San Sebastián de los Reyes, para hacerse cargo de él. El niño asistía al Colegio de Educación Infantil y Primaria Gabriel y Galán, a apenas 500 metros de la vivienda de los crímenes. Precisamente, unas manzanas más allá era asesinada el 2 de marzo una prostituta en su casa.

En cuanto al presunto homicida de ayer, el marroquí Mounir Ayad, es un hombre alto, de complexión fuerte, pelo negro y moreno de piel. Acompañó a Raquel hace tres años a firmar el alquiler del piso, aunque él no estaba en el contrato. Pasaba largas temporadas en Francia, donde trabajaba, lo que explica que apenas se le viera un par de veces en el portal. No le constaban denuncias ni medidas cautelares por malos tratos, pero sí antecedentes policiales por intento de homicidio y al menos dos robos con violencia.

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