Linchan a un hombre en un parque de Madrid tras pegar a su mujer

La Policía ha detenido en Madrid a un hombre que presuntamente agredió a su mujer, y a su mujer junto con un amigo suyo por darle una paliza después.

Según han confirmado hoy fuentes de la Jefatura Superior de Policía, el suceso ocurrió el pasado sábado por la noche en el parque Rodríguez Sahagún del distrito de Tetuán, el mismo en el que hace justo dos semanas un hombre fue apuñalado en el transcurso de una discusión.

La Policía recibió sobre las once de la noche un aviso por una pelea y al acudir varias personas que estaban reunidas en el parque explicaron que un hombre había pegado a su mujer, dándole golpes y tratando de cortarle con una botella.

Eso motivó que varios allegados de ella pegaran al hombre y que incluso la propia mujer agredida le diese patadas y también tratara de cortarle a él con una botella.

El primero de los agresores, de 40 años y origen ecuatoriano, estaba herido con diferentes golpes, contusiones y algún corte no profundo y fue trasladado al hospital La Paz con pronóstico reservado pero no grave, ha especificado Emergencias Madrid.

La Policía lo detuvo por un presunto delito de malos tratos y lo custodió en el hospital. Su mujer, de la misma nacionalidad y 41 años, y un allegado implicado en la agresión, peruano de 58, habían huido del lugar pero fueron localizados poco después y detenidos.

Varios sindicatos de la Policía Municipal denunciaron tras la agresión del 13 de agosto que el parque de Rodríguez Sahagún es un lugar conflictivo en el que se reúnen grupos numerosos de personas, la mayoría latinoamericanas, y que en ocasiones ingieren alcohol se pelean entre sí.

Denunciaron que desde el inicio del verano se había retirado la vigilancia permanente que la Policía Municipal realizaba en el parque y eso podría traer problemas como el que ocurrió ese día, en el que un joven ecuatoriano de 26 años recibió una puñalada.

Desde la dirección del Cuerpo se aseguró que durante el mes de agosto, debido a las vacaciones de los agentes, los efectivos se redistribuyen y la vigilancia tanto en ese parque como en otras zonas de la capital pasa de ser fija a ser esporádica y se coordina con la Policía Nacional, de manera que la seguridad no se desatiende.