Un «sin techo» prepara los cartones para dormir en la Plaza Mayor
Un «sin techo» prepara los cartones para dormir en la Plaza Mayor - ÓSCAR DEL POZO

La crisis triplica las familias en situación precaria en Madrid en los últimos diez años

En 2016 bajaron un 1,5% las ayudas que Cáritas prestó a los más necesitados

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La crisis ha tocado techo o ha dado una pequeña tregua. Al menos, en lo que respecta las personas que acuden a pedir ayuda económica a los servicios de Cáritas Diocesana. Así se deduce de los datos que maneja esta institución religiosa correspondientes a 2016, según los cuales el número de ciudadanos atendidos en la región descendió un 1,5% –129.050, frente a los 131.000 del ejercicio anterior–. Esto no ocurría desde 2014 (120.406). Esta tendencia se mantiene en lo que llevamos de año, explica Concha García, coordinadora técnica de la entidad.

En ello ha influido el repunte del empleo, si bien este es en muchos casos estacional y precario, agregan las mismas fuentes. «Cuando uno o los dos miembros de la pareja consiguen un trabajo de camarero o dependienta, por ejemplo, se recuperan, aunque muchas veces tienen dificultades para llegar a fin de mes en condiciones adecuadas», indica, como parte negativa.

No obstante, si esta leve mejoría afecta a grueso de las familias atendidas por Cáritas Diocesana, que conforman entre el 75%-80% de total, hay un grupo para el que la situación, que ya era mala, ha empeorado mucho. Eso sucede con el 20-25% restante de los atendidos, cuyo porcentaje se ha multiplicado por tres en la última década.

«Fuera del sistema»

Son familias de 55 a 65 años con hijos mayores u hombres solos que perdieron el empleo en plena recesión, no han logrado encontrar ninguno y han agotado las prestaciones, lo que ha provocado que sus vástagos no hayan podido seguir estudiando. «Su porcentaje ha ido subiendo de forma vertiginosa, son los que necesitan más apoyo, dado que están en situación más precaria», agrega la responsable de Cáritas. En estas familias «la crisis ha llegado para quedarse», recalca García. «Han pedido ayuda a sus allegados, a los amigos, amigos, han agotado todas las vías y sus circunstancias vitales se han agravado. La falta de dinero les aboca a depresiones, problemas de pareja, separaciones y adiciones», recalca la responsable de Cáritas.

En algunos casos, explica, «en lugar de ir a comprar tabaco como antaño, algunos dicen que van a buscar trabajo a otra ciudad y ya no regresan. Se avergüenzan al verse incapaces de mantener a los suyos». Frustración, fracaso vital, ansiedad, estrés y un repunte del alcoholismo son algunos de los problemas que sufren. «Los que están en una situación límite y viven solos, se encierran tanto en sí mismos que apenas salen de casa; no abren la puerta y algunos, por la noche, cuando nadie les ve, van a rebuscar entre la basura», asevera García.

El sostén de los abuelos

Del grueso de los demandantes de ayudas para quienes la situación ha mejorado un poco (75%-80% del total), el 35%-40% son familias monoparentales integradas por una mujer separada con varios hijos o madres solteras. «Les es muy difícil compatibilizar el cuidado de los niños con un empleo y tienen muchas necesidades», asevera la responsable de Cáritas. El 30%-35% restante lo conforman familias nucleares con uno o dos hijos, que, aunque trabajen, los bajos sueldos les abocan a que tengan dificultades para pagar algunos suministros, el alquiler, etc. Otro 20-25% lo conforman los mayores de 65 años, o personas que por presentar distintas patologías o problemas de salud mental, tienen necesidades especiales añadidas difíciles de afrontar. Los abuelos de este grupo han sido el sustento de sus hijos y nietos con sus pensiones. El resto, son personas sin hogar, en situación de mayor exclusión y/o pobreza extrema.

Las ayudas económicas concedidas por Cáritas bajaron un 10,36% en 2016 en relación a 2015 (de 22.200 a 19.900 tramitaciones). Igual sucedió con el Fondo de Emergencia, que cayó un 30,4% (de 14.800 a 10.300). Sirve para cubrir una situación puntual (corte de luz por impago, desahucios, etc.).

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