El último pato del Retiro se resguarda del sol escondido en el trazado subterráneo de un estanque
El último pato del Retiro se resguarda del sol escondido en el trazado subterráneo de un estanque - Maya Balanya

Una cría de pato, el último héroe de El Retiro

El ave llama la atención de los viandantes tras ser abandonada por su familia, que dejó el estanque por el calor

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Comunidad de Madrid mantiene la alerta amarilla por ola de calor. Según informa la Consejería de Sanidad, este nivel de alerta se establece en función del riesgo por las temperaturas máximas previstas para hoy y los próximos tres días. Ayer los termómetros alcanzaron los 37,6ºC en la capital, si bien se espera que las máximas bajen a 34,4ºC este martes y a 31,6 durante el día de mañana.

En Madrid, la peor parte se la llevan lugares al aire libre como el Parque del Retiro. Sus jardines se vacían más que nunca en esta época del año y, especialmente, durante las horas centrales del día. No extraña que los escasos transeúntes que se atreven a pasear por sus calles lo hagan con gorra, gafas de sol, botella de agua y abanico en mano.

Incluso los animales que tienen en El Retiro su hogar deciden mudarse por vacaciones a zonas más frescas.

Mientras que los jardineros municipales se hacen cargo de los cisnes –que han trasladado temporalmente hasta el Palacio de Cristal–, los característicos patos que residen en los estanques echan a volar en cuanto el calor aprieta y se marchan lejos del emblemático parque. Fuentes del Consistorio se refieren a ellos como «animales salvajes» que abandonan El Retiro por su cuenta.

El Bosque del Recuerdo, levantado en memoria de las víctimas del 11-M
El Bosque del Recuerdo, levantado en memoria de las víctimas del 11-M - Maya Balanya

Pero este verano no lo han hecho todos, pues existe una excepción: una cría de pato que deambula sola en una acequia situada en el Bosque del Recuerdo –anteriormente conocido como Bosque de los Ausentes y construido en homenaje a las 192 personas que fallecieron en los atentados del 11-M–. Las aves de su especie ya se han marchado de este parque que es, para los turistas, parada obligada cuando visitan la capital. Incluso la familia del pato habrá emigrado a otro estanque o lago con más zonas de sombra. «Lo veo ahí y me da pena, quizá no sabe volar; yo vengo cada mañana y procuro traerle algo de comer», comenta Cristina Aliaga, una joven que visita a menudo el monumento, con 22 olivos y 170 cipreses –uno por cada víctima–.

Y es que este patito se convierte, al menos a ciertas horas del día, en el único inquilino de esa zona del Retiro que, con un total de 118 hectáreas, está considerado el «pulmón verde» de la ciudad.

Ver los comentarios