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La basura se come Madrid: «No estamos dando buena imagen»

Vecinos y comerciantes muestran su indignación por la acumulación de basura; el Ayuntamiento no prevé un plan específico de limpieza

Madrid Actualizado: Guardar
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Contenedores y papeleras desbordados, agrupaciones de residuos en mitad de la calle o aceras completamente cubiertas de hojas se mantienen como algo habitual en el paisaje urbano de Madrid. Superada la Navidad, cuando los niveles de basura se multiplican, la imagen de la capital apenas ha variado ante la indignación de vecinos y comerciantes: «Madrid sigue estando muy sucio y la limpieza no mejora».

Mañana se cumplirán siete meses desde la llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento y, aunque desde el principio destacó la limpieza como uno de los problemas principales, con un margen de mejora inferior a los seis meses, aún no ha dado ninguna solución definitiva. Ni a corto ni a largo plazo. Después de que no cumpliera su promesa de frenar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en las contratas de limpieza (OHL-Ascán y Valoriza-Sacyr no han suspendido las bajas a 260 trabajadores); y de reconocer que no puede remunicipalizar la gestión, el Gobierno de Manuela Carmena no ha previsto ninguna actuación concreta en ese sentido.

Más allá del habitual plan de recogida de la hoja, algo que se hace cada año pero que este año se ha pospuesto por la demora en su caída, fuentes municipales indicaron a ABC que el único guión a seguir es «que se cumplan los contratos firmados»: «Hay un servicio contratado que no se está cumpliendo y nuestros esfuerzos pasan por cambiar esta situación». En la misma línea, la misma fuente puntualizó que «no pueden iniciar planes de choque o refuerzo cada dos días».

Aunque durante las fiestas recientes sí hubo un dispositivo especial, con 137 operarios y 37 medios mecánicos, a pie de calle los vecinos no reconocen un cambio sustancial en el estado viario entre la Navidad y otras fechas. Según un comerciante de la plaza de San Ildefonso, en el barrio de Malasaña, la acumulación de residuos en los alcorques de los árboles «se repite casi todos los días» y es él mismo quien barre la acera correspondiente a su establecimiento porque «está llena de papelillos, hojas y colillas».

Puntos negros

La apariencia de la mencionada plaza se repite prácticamente en cada rincón de la ciudad. De hecho, basta un paseo para darse cuenta de que es más fácil encontrarse un contenedor con todo tipo de basura a su alrededor (desde un váter a unas zapatillas) que uno sin residuos en el exterior.

«No es normal que todos los contenedores estén llenos y rodeados de basura; si hace falta que pongan más»
Ana García , vecina

No obstante, los residentes de los alrededores del Retiro, en Sáinz de Baranda o Ibiza, aseguraban ayer que este barrio «está bastante mejor que otros», aunque la acumulación de hojarasca es igualmente evidente. Rocío García, autora de esta cita, declaró que «la imagen no es buena». Además, aseveró que, en cualquier caso, «no se recoge con frecuencia» y que debería haber «más facilidades de parte del Ayuntamiento»: «No es normal que casi todos los contenedores estén llenos y con cartones y restos fuera; si hace falta, tendrán que poner más», señaló antes de destacar la «falta de conciencia» como otra de las posibles explicaciones.

«Hay un servicio de limpieza que no es efectivo, por lo que nuestra postura es que se cumplan los contratos»
Posición del Consistorio

Esta consideración es especialmente evidente en los trabajadores del servicio de limpieza. Ángel Murillo, empleado de una de las contratas, explicó a este diario que, más allá de la falta de efectivos, «hace falta que la gente se mentalice». Se refiere a lo que ellos denominan como «puntos negros». Se trata de pequeñas agrupaciones de basura que son amontonadas en cualquier rincón de forma espontánea sin explicación aparente. En el centro, es habitual toparse con cuatro o cinco bolsas de basura junto a una farola o con varias cajas de cartón, muy bien colocadas una encima de otra, al lado de un bolardo. «No hay planes de refuerzo y falta gente, pero esto no ayuda para nada», concluyó.

«Es un escándalo»

La portavoz del PP en el Consistorio, Esperanza Aguirre, calificó esta problemática como «un escándalo» que «no se ha solventado». A criterio de Aguirre, la basura acumulada en las calles de Madrid reflejan que la ciudad «está más sucia que nunca».

La lluvia de los últimos días, sin embargo, ha suavizado esa sensación de suciedad permanente, con suelos ennegrecidos y con regueros procedentes de las bolsas de basura que, en contenedores a rebosar, se apilan a lo largo y ancho. Es el caso de las vías del centro de la capital, como las situadas a espaldas de la Gran Vía. En algunos tramos de la calle Puebla, por ejemplo, es necesario bajarse de la acera para no llevarse en los zapatos el agua sucia acumulada en pequeños charcos. Alisson Pilco, vecina de la zona, explicó que es la estampa que ve «todos los días»; algo que se incrementa notablemente los fines de semana. «Vienen a recoger de vez en cuando, pero no es suficiente ni mucho menos», añadió Pilco.

Su queja, en efecto, es el denominador común sea cual sea la zona. En los puntos en los que hay varios bares, la estampa esconde cierta justificación, pero no tanto en las calles anexas a un colegio. En un centro situado en el barrio de Estrella, donde es imposible meter un brik de zumo en las papeleras, varias madres denuncian «una dejadez total» desde hace meses. Ana Muñoz e Isabel Bustillo coinciden en su «hartazgo» porque no pueden «ni tirar los restos de las meriendas». «Siempre está así y nadie nos hace ni caso», apuntó Bustillo.

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