Antonio Fabregat tras alzarse con el título de mejor orador castellano del mundo
Antonio Fabregat tras alzarse con el título de mejor orador castellano del mundo - ISABEL PERMUY

Así analiza a los cuatro candidatos a presidente del Gobierno el mejor orador del mundo

La clave de un buen orador, según Antonio Fabregat, es «creer en el mensaje que transmite. Nunca debe ser difuso»

Madrid Actualizado: Guardar
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Antonio Fabregat. Quédense con el nombre. A sus veinte años, este madrileño, que estudia Derecho y Empresa en el Icade (Universidad Pontificia Comillas), se ha proclamado el mejor orador universitario en castellano del mundo. Ha sido en Bogotá, Colombia. Él, ni se inmuta. «Todo es cuestión de confianza y seguridad», dice.

«Un buen orador –explica el joven Fabregat–, ha de creer en el mensaje que transmite. Nunca debe ser difuso. Ahí está la clave». Claro que, según su opinión y su técnica, el orador «tiene que conocer bien a la audiencia».

Este comentario lleva directamente a la pregunta del millón desde el lunes. ¿Quién ganó el debate televisivo? Antonio será el mejor orador del mundo pero también podría ganar el título de mejor diplomático.

Vean porqué. «Albert Rivera –asegura– falló al principio con el lenguaje verbal. Luego lo arregló. Soraya hiló fino en ese terreno. Iglesias fue contundente, y directo, a su público. Pedro Sánchez tuvo mucha claridad en el minuto final».

Fabregat tiene claro que el debate «es la capacidad de ponerse en el papel del otro». ¿Y si a veces hay que convencer de algo en lo que se no se cree? ¿Es engaño? «No, no. Podemos no llegar a esos extremos. No hay que ponerse límites», exclama.

Sus estudios anteriores a la Universidad los realizó en el SEK de Ciudalcampo. Con el dominio que ha demostrado de la oratoria, Antonio Fabregat no se siente atraído por la política ni por la comunicación. «Quiero estar en la abogacía. El Derecho, en mí, es vocacional. Una buena oratoria hace buenos profesionales. Lo mismo da que sea en la ingeniería, en la medicina, en la docencia... El que comunica bien será más eficiente».

Antonio ya había participado en el Torneo Escolar de Debate de la Comunidad de Madrid en el curso 2011/2012. Entonces, cursaba primero de Bachillerato. Ayer tuvo un encuentro informal con el consejero de Educación, Juventud y Deporte, Rafael Van Grieken, quien quería conocer personalmente al nuevo «pico de oro» mundial.

Van Grieken recordó que la oratoria es una de las grandes apuestas del Gobierno regional «en medio de un mundo digital». Así, el consejero anunció la convocatoria del VII Torneo Escolar de Debate, para que puedan participar todos los alumnos de Secundaria, FP de grado medio y los de Bachillerato de todos los centros de la región. La Comunidad creó este torneo de debate escolar en 2009. Fue una actividad pionera y tras seis ediciones, han pasado por ella 2.000 alumnos.

El entramado es chulo. Dos equipos, de dos centros, se preparan para debatir sobre un determinado asunto. Un equipo tendrá que hablar a favor; el otro, en contra. Y eso nunca lo saben hasta el sorteo previo al concurso. Ambos equipos tendrán que haberse preparado cualquiera de las dos opciones. Este año, el tema de debate será «Las máquinas que funcionan autónomamente deberían incluir sistemas de decisión ética». Objetivo: promover y mejorar el análisis de la información, la capacidad de argumentación, la expresión oral en público y el trabajo en equipo. Y para que haya muchos Antonios más. ¿O no?

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