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Tras la reparación de la zona norte y del mirador, el Ayuntamiento de Madrid ha cubierto el hemiciclo sur para su restauración - FOTOS: ISABEL PERMUY // VÍDEO: CAROLINA MÍNGUEZ

ABC entra en el mirador oculto del parque del Retiro

El monumento a Alfonso XII fue erigido en 1922 y, por primera vez, se abrirá al público el próximo julio

MADRID Actualizado: Guardar
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La tuberculosis acabó de forma repentina con Alfonso XII, «el Pacificador», uno de los monarcas más queridos por su pueblo. La muerte sorprendió al hijo de Isabel II y Francisco de Asís a los 27 años. La noticia sacudió de tal manera a los españoles, que las Cortes aprobaron por ley erigir una gran estatua ecuestre, que sufragaron los ciudadanos con sus aportaciones voluntarias, para honrar la memoria del malogrado Rey. Pese a su corta edad, el Soberano tuvo que bregar con una de las etapas más convulsas del siglo XIX. Restauró la credibilidad de los Borbones y devolvió el orden a España, un país sumido en un bucle de continuas luchas internas que desataron el Sexenio Revolucionario.

La construcción de su mausoleo en el parque del Retiro, afrontó tantas vicisitudes como su reinado. En mayo de 1902 se colocó la primera piedra en presencia de su heredero, Alfonso XIII, que con solo 16 años tuvo que asumir el Trono. No obstante, la inauguración no se celebró hasta 20 años más tarde, el 3 de julio de 1922. Desde entonces, excepto personalidades importantes en momentos puntuales, el mirador de la torre que sirve de pedestal para la estatua jamás ha sido visitado. ABC ha accedido a este observatorio casi secreto que se levantó a orillas del estanque grande del parque. Basta subir por la escalera que esconde el interior de esta torre de 22 metros para descubrir una panorámica espectacular del horizonte madrileño. Tras un proceso de restauración completo, a partir del próximo julio, este mirador será abierto al público general por primera vez.

Patrimonio en peligro

Al igual que la dolencia mortal del Monarca, la piedra caliza de Novelda con la que se construyó el complejo, padece un deterioro fatal. La vegetación y el alto grado de humedad del entorno provocan que este material poco duro y poroso albergue colonizaciones biológicas constantemente. Esto ocasiona alteraciones en el color de la piedra, fisuras por la cristalización de las sales y desprendimientos considerables. Por ello, el departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de la capital invertirá, por un lado, 60.000 euros provenientes de las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) en la reparación de este museo al aire libre, que alberga obras de 24 artistas de la época, en su mayoría, catalanes. Por otro lado, los trabajos también incluyen la reparación y conservación de la torre mirador, cuyo presupuesto ascenderá a 23.340 euros, también con cargo a las IFS de 2016.

«Hemos intervenido en esta torre mirador para recuperar toda la garantía estructural de las vigas y soportes de hierro fundido. Se han recuperado las superficies de ladrillo, que estaban muy deterioradas por la humedad. También se ha pintado toda la estructura y se ha ventilado, que era una labor muy importante, puesto que al estar cerrado, la humedad es la que estaba produciendo todo el deterioro», explica a este diario Mercedes Pérez, técnico del departamento de Patrimonio Histórico del Consistorio.

Dos filas de columnas jónicas en forma de hemiciclo protegen la efigie del Monarca. En el friso de esta arcada aparecen esculpidos los escudos de cuarenta y nueve provincias españolas. La parte norte ya ha sido restaurada. En este área el color blanco vuelve a relucir en los rostros de las figuras alegóricas. Ahora los andamios cubren la zona sur, que será intervenida en los próximos meses. Posteriormente, se aplicará un tratamiento similar en los grupos escultóricos que presentan los valores del reinado de Alfonso XII, que se labraron a los pies de la torre mirador: paz, libertad y progreso.

«La roca con la que fue construido el monumento, en piedra caliza, es muy poco adecuada al ámbito en el que está. El Retiro es húmedo, con muchos pájaros, con muchos árboles, con muchas hojas y semillas que se depositan y deterioran mucho este tipo de piedra. El trabajo ha sido muy intenso, porque nos hemos encontrado con un deterioro mayor al esperado», indica la restauradora.

En su momento se planeó una obra monumental que había de costar millones de pesetas, con la confianza e incertidumbre al mismo tiempo de que fuera financiada por las suscripciones espontáneas de los españoles. El proyecto se realizó mediante un concurso público que ganó el arquitecto barcelonés José Grases Riera. Mariano Benlliure fue a quien se le encomendó la estatua del Rey, esculpida al doble de su tamaño natural. Originalmente, el monumento contaba con más decoración, esculturas y jarrones que desaparecieron tras la Guerra Civil. El gran desgaste de los leones que presiden la escalinata obligó a que en el año 2000 fueran sustituidos por copias idénticas en bronce, como ideó en un principio el arquitecto para alabar al Rey.

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