Las lluvias en Málaga convierten la carretera de Cerrado de Calderón en un barranco

Alejandro volvía a casa con un amigo en la madrugada del pasado domingo. Recuerda que conducía por la carretera que, sin esperarlo, se convirtió en un abismo. La intensa lluvia rompió el asfalto y el coche cayó dando vueltas de campana. Cuando reaccionaron estaban atrapados en mitad de una cascada de barro y piedras: "Empecé a notar agua por las piernas y entonces pensé que el coche se estaba inundando y que me iba a ahogar". Pero Alejandro y su compañero recurrieron a la fuerza para romper la puerta y liberarse de ese encierro. Esto es solo una demostración de lo que fue capaz de hacer la tormenta. No había nada que pudiera detener el torrente de agua que llegó al Cerrado de Calderón haciendo temblar el suelo. Rompió carreteras, dejó al descubierto tuberías y seiscientos vecinos se quedaron sin luz ni agua. Mientras analizan si pueden haber más corrimientos de tierra lo que ahora necesita este barrio de Málaga, según el gerente de urbanismo, es una obra de emergencia. Intervención para estabilizar esta zona que se ha quedado al borde del precipicio.