El director de la reserva declara mañana por la muerte de los dos bisontes decapitados

Todo parecía apuntar a un ataque para conseguir la cabeza de Sauron como trofeo, un gigantesco...

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Todo parecía apuntar a un ataque para conseguir la cabeza de Sauron como trofeo, un gigantesco macho alfa que apareció decapitado hace un mes. Pero desde el principio, la Guardia Civil tenía en mente a un sospechoso: Carlos Álamo, el director de la reserva. Tras un mes investigando los agentes creen que Sauron y otro bisonte fallecieron de hambre, por abandono de sus cuidadores, y que cuando el director encontró los cadáveres trató de tapar la situación simulando un ataque. En su informe aseguran que el director, o alguien cercano, cortó la cabeza de Sauron y colocó una bola con lo que parecía veneno al lado del comedero de los bisontes para que pensaran que habían intentado envenenarlos. Pero ni había veneno en la bola, ni la cabeza había sido cortada para lucirla como trofeo. De hecho, casualmente el director fue el que encontró la cabeza del bisonte cinco días más tarde a pesar de que el SEPRONA había peinado la reserva buscándola. Carlos Álamo está imputado por un delito de maltrato animal, aunque asegura que tiene mil pruebas para defender su inocencia. Podría enfrentarse a cárcel y una multa de 600.000 euros.

Ver los comentarios