La Xunta reforma el sector forestal con más límites al eucalipto

El Gobierno gallego ha emprendido en pocos meses un golpe de timón en la ordenación de los montes y la industria forestal. La consellería de Medio Rural ultima un decreto que restringe la repoblación del eucalipto en buena parte del interior de la Comunidad. Pero es solo una de las reformas que en parte su consagraron ayer, con la aprobación de la ley de acompañamiento de los presupuestos autonómicos. El texto habilita la creación de la Axencia Galega de Industria Forestal —pasará a ser competencia de la consellería de Economía e Industria, de Francisco Conde— y la regularización de los «referentes de buenas prácticas» que el Ejecutivo prevé extender para tutelar la ordenación de la superficie forestal.

Desde la oposición, En Marea critica la potestad de la Xunta de aprobar por decreto y sin pasar por los filtros parlamentarios «un modelo orientativo para meter todo tipo de especies» en el rural.

Ocurrió en una sesión plenaria pautada por la iniciativa de Portugal de cancelar hasta 2030 el cultivo de eucalipto. Galicia no llegará a ese extremo. Medio Rural aclara que «en ningún caso» el Eucalyptus nitens puede «considerarse una especie invasora».

Sí, en cambio, limitará su crecimiento. De acuerdo con el Plan Forestal de Galicia, el decreto que regulará la normativa de la Lei de Montes «no desarrolla modelos silvícolas» para el eucalipto en buena parte de Galicia, sobre todo en las zonas del interior. En la práctica, supondrá que «no se podrán realizar reforestaciones o nuevos cultivos» en estas demarcaciones, informan desde la administración. La prohibición viene a sumarse a las contempladas en la normativa en vigor, como la imposibilidad de plantar eucalipto en terrenos afectados por incendio forestal o en áreas dominadas por flora autóctona.

La política de las vedas selectivas al eucalipto se complementará con su aprovechamiento para la producción de energía. El Ejecutivo autonómico derogó, también ayer, un decreto que elimina la barrera de los 10 megavatios para la capacidad de las plantas de biomasa. «¿Qué es lo que se busca con esta modificación? Abrir la veda, barra libre para los cultivos energéticos». cuestionó la diputada del BNG, Olalla Rodil, muy crítica con «la liberalización» del sector. Paula Prado (PP) salió al quite para defender que en este sentido «no hay cambios en la política, hace más de veinte años que no hay ayudas para este árbol y siempre tuvo más demanda que otra plantación porque es rentable y revaloriza rápidamente los terrenos». Según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), la expansión es fehaciente. En 16 años, los que van del 1994 a 2010, la producción de madera de eucalipto pasó de 1,7 a 3,5 millones de metros cúbicos.

Agencia Forestal

A poco de comenzar la legislatura, Feijóo quiso enviar un mensaje al sector maderero con la creación de la Agencia de la Industria Forestal de Galicia, sustanciada con la aprobación de la ley de acompañamiento. Era una vieja demanda de la comunidad, que se complementó con otro mensaje, más político: su responsable iba a ser Francisco Conde, y no Ángeles Vázquez, titular de Medio Ambiente.

El recién creado órgano se reserva su derecho a participar en la «planificación y ordenación de los aprovechamientos forestales» y en recoger las preocupaciones de los productores. Paradójicamente, una encuesta de 2015 diseñada para sondear sus opiniones y extrapolarlas al Plan Forestal de Galicia, una mayoría de madereros etiquetó como «muy prioritaria» la puesta en marcha una medida: el control al eucalipto en el interior.