La Xunta exhibe su «estabilidad» para sacar adelante el techo de gasto de 2018

La mayoría absoluta del PP avala un límite financiero de 9.847 millones.

La administración recuperará en 2020 su nivel de inversión previo a la crisis

El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, en el Parlamento EFE
Mario Nespereira

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La Xunta acudió al último pleno del curso político con la seguridad de que su techo de gasto iba a ser avalado por la mayoría popular. La «estabilidad» que le brinda el PPdeG en O Hórreo se traduce, además, en un hecho inédito en el resto de comunidades españolas. Galicia se convierte en el primer territorio en dar luz verde a su límite financiero , fijado para 2018 en 9.487 millones de euros, un 2,9% más respecto a las cuentas consolidadas del actual ejercicio.

El grupo mayoritario en la Cámara hizo de la sesión extraordinaria un verdadero trámite para la administración . El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, se subió a la tribuna para defender el patrón de «crecimiento sano» en el que se inspira toda la política económica de Feijóo: crecer, sí, pero con menos deuda .

La economía gallega culminará 2017 el tercer año consecutivo medrando por encima del 3% del PIB , impulsado por hasta cuatro ejes que Martínez sintetizó en su intervención: Galicia es la cuarta región en crecimiento del comercio minorista, el volumen de las exportaciones avanza a ritmos récord del 10%, el sector industrial se expande por encima del 8% y la confianza de los empresarios ofrece brotes de optimismo en las perspectivas de futuro.

Algunos de los indicadores superan incluso las propias previsiones de la Xunta, recogidas en el llamado Plan Estratéxico de Galicia. En los próximos años la tendencia sufrirá una ligera desaceleración —el crecimiento esperado en 2018 es del 2,7%, una décima por encima de la media de España—, pero Facenda reivindica que la presión de la deuda pública se irá disolviendo de forma paulatina . El objetivo es, en palabras del conselleiro, «reducir al mínimo nuestro recurso al endeudamiento» . Ganar autonomía financiera y «dejar de emitir deuda lo antes posible». «En 2018 reduciremos la ratio deuda/PIB, que en estos momentos es cinco puntos inferior a la media».

Hasta el momento, y en base a este techo de gasto, la Xunta ya ha recuperado la mitad de la capacidad inversora perdida durante la recesión . Unos 1.000 millones. Habrá que esperar hasta el final de la legislatura, año 2020, para que el Gobierno gallego disponga de los 10.000 millones que tenía antes de estallar la tormenta económica.

Para esa fecha, Feijóo y su equipo esperan haber creado 80.000 puestos de trabajo y que el desempleo se sitúe en el entorno del 10%. Martínez apostilló, sin embargo, que la caída del paro «no hace olvidar» al Ejecutivo que «queda mucho por hacer» .

Tres veces «no»

La oposición se opuso en bloque a una herramienta que permitirá comenzar el proceso de confección de los Orzamentos de 2018. En Marea denunció un debate «triste, menguado y mediocre» en el que Galicia se hace cómplice de la «arquitectura de la austeridad» impuesta por Europa: «Entre pagar a Merkel y los medicamentos, elegimos pagar a Merkel y eso no puede ser» , censuró el portavoz Luís Villares.

La apuesta del populismo es inversa: en vez de diseñar un techo de gasto, crear un «suelo de ingresos» y ampliar los presupuestos en 2.600 millones para recuperar lo perdido durante la crisis. La respuesta se la dio Pedro Puy. El portavoz parlamentario del PPdeG le recordó que las últimas cuentas aprobadas por el bipartito, de 10.900 millones, estaban infladas con ingresos que ahora la autonomía tiene que devolver . Por tanto, la cifra neta de gasto previo a la crisis equivale a la actual: ronda los 9.500 millones.

Xoaquín Fernández Leiceaga, desde los socialistas, fue más magistral. Recomendó a Facenda reducir la dependencia de las exportaciones e incentivar la demanda interna. En caso de crisis, dijo, es bueno «volar con dos motores». «Falta ambición y sobra conformismo», remachó.

La líder del BNG, Ana Pontón, que aprovechó para anunciar que reclamarán de nuevo la comparecencia de Feijóo por la AP-9, hizo acopio del discurso clásico contra la «catarata de decisiones centralistas» con la que el Gobierno de Rajoy machaca el «escuálido autogobierno» de Galicia. Contra el relato de la estabilidad, los nacionalistas reprochan a Núñez Feijóo la construcción de una «economía con pies de barro».

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