Villares trata de desviar la crisis de En Marea manchando la imagen de Albor

El líder de En Marea previene los ataques sobre Paula Quinteiro con ataques a la figura del centenario expresidente autonómico

Luís Villares durante una sesión de control en el Parlamento gallego EFE
Mario Nespereira

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Como creyendo que la mejor defensa es un buen ataque, Luís Villares intentó este miércoles desviar la atención que recae sobre la crisis de su partido . Y la diana escogida fue la de Xerardo Fernández Albor, primer presidente de la Xunta autonómica. El líder de En Marea quiso prevenir los ataques de Alberto Núñez Feijóo acerca del caso Quinteiro y para ello se valió de todo: de la condena que salpica al alcalde de Palas de Rei, de las fotos con Marcial Dorado, y también de la trayectoria del centenario dirigente de AP, reconocido recientemente con la medalla del Trabajo.

«Llevaba tres años sin trabajar», censuró una primera vez. Los diputados de la bancada popular se escandalizaron, y una parlamentaria se lo recriminó: «Qué feo». «Lo feo», contravino Villares, «es reunirse con los capos del narcotráfico gallego y después recibir aún una medalla por esos hechos» .

Se refería Villares al encuentro mantenido por Albor en Portugal con los conocidos como capos do fume. La cita la narra Nacho Carretero en su libro Fariña . Albor llegó a dar explicaciones en la Cámara en el año 1984. La conversación, según relató entonces, duró un par de minutos y en ella los contrabandistas le exigieron garantías en caso de entregarse a la Justicia española.

Feijóo, en su réplica final, no esquivó el flashback del rupturista. «Acaba de mancillar otra vez la biografía de un presidente de comunidad autónoma. Aunque viviera dos vidas, no llegaría a la altura de la dignidad del presidente Albor» . Acto seguido, los diputados de PP estallaron en aplausos.

«Acabamos de conocer realmente cómo es usted», incidió el presidente autonómico sobre los «privilegios» parlamentarios de Villares para «imputar delitos» sin pruebas. Y una vez más Feijóo apuntó a la condición de magistrado del líder de En Marea y su posible regreso a la Justicia, teniendo en cuenta sus «calumnias» a «personas de cien años». «¿Nos va a dar garantías de que va a respetar la presunción de inocencia de la gente?» , reflexionó, abriendo la puerta a corregir la legislación española al respecto.

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