Luis Villares ayer en la manifestación contra la Lomce en Santiago
Luis Villares ayer en la manifestación contra la Lomce en Santiago - EFE
PRIVILEGIOS

Villares justifica el chófer por su papel como líder de En Marea

El portavoz asegura que necesita recursos para «ir tejiendo la organización» por todo el territorio

Santiago Actualizado: Guardar
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El ácido discurso de En Marea contra los privilegios de la vieja política colocaron a la confluencia en el centro de la vida pública. Ahora, como un «boomerang» que regresa con virulencia, el mismo discurso se vuelve contra su portavoz Luís Villares, después de que se conociera el contenido de una carta dirigida a la coordinadora en la que reclamaba la contratación de un chófer y un secretario, junto a una compensación salarial por haber abandonado su cargo de magistrado en el TSXG el pasado agosto. Todos esperaban sus palabras ayer, cuando explicó que la solicitud enviada al partido respondía a la necesidad de expandir el proyecto rupturista por las comarcas gallegas y a la «organización interna de los recursos».

«En Marea está comenzando a andar y articular el partido requiere que las personas que tenemos especiales responsabilidades vayamos tejiendo la organización», aseguró. Para Villares, la vieja política no es pedir a un partido que está en fase embrionaria que sufrague la contratación de personal auxiliar para su líder y el pago de las rentas que dejó de percibir, sino «que es utilizar recursos y no explicar de dónde vienen». En el caso de la compensación, aseguró que se trata de una carga «parcial con relación al futuro» y no «con una transferencia».

El magistrado en excedencia se mostró convencido de que la propuesta sale a la luz porque la política interna de En Marea es un «debate completamente transparente». Sin embargo, en ningún momento se dio a conocer la propuesta a la coordinadora hasta que no se produjo una filtración que la dirección considera que partió de personas «que no están trabajando». En el día de ayer, ABC solicitó sin éxito tener acceso al contenido de la carta apelando a dicha transparencia.

Apoyos

Algunas de las voces más escuchadas en la órbita rupturista salieron en tropel para defender al portavoz parlamentario. El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, defendió su «derecho» a tener medios para desarrollar la dirección de la «segunda fuerza política del país». Del mismo modo, proclamó que los debates de la coordinadora de En Marea deben tener lugar solo de puertas para adentro.

El jefe del ejecutivo local de Ferrol, Jorge Suárez, se expresó en la misma dirección y aclaró que no es partidario de la diferencia entre la nueva y la vieja política: «Lo que hay es política decente e indecente» subrayó. Antes de que dos de los tres alcaldes «del cambio» se manifestaran, las diputadas Ángeles Cuña y Luca Chao iniciaron el coro de voces en defensa de Villares tildando su demanda de «perfectamente comprensible». Ambas restaron importancia al asunto: «No pide más que una compensación que puede durar dos, tres o cuatro meses», resaltó Cuña.

Algunos miembros de la gestora del partido instrumental, inmersa en una reflexión interna sobre qué hacer en el futuro cercano, ya valoraron que no adoptarán ninguna decisión hasta que no se recojan todas las propuestas de los militantes y se discutan las necesidades que cada uno de ellos tienen, incluido Villares, orgulloso de la «extrema transparencia» que bajo su perspectiva «falta en otros partidos».

Otra prueba de que la organización está todavía en los cimientos es la incapacidad para ir resolviendo asuntos de trabajo interno. El balance económico de campaña está pendiente de cerrarse, así como la elaboración de una Carta Financiera que clarifique la política salarial de los cargos públicos. En el pasado, un documento similar estipulaba para los diputados del Congreso la obligatoriedad de no cobrar más de tres salarios mínimos interprofesionales. La continuidad de esa norma está ahora en el aire. Preguntado al respecto, Villares reconoció que están trabajando en la redacción de la nueva Carta pero que aún no se ha cerrado. «Están por decidir las cuantías finales pero la ley de financiación de partidos políticos establece una seria de dinero adscrito a la dotación de medios personales y materiales», concluyó.

El punto 3.3 del Código Ético prevé que las retribuciones para los puestos «se fijarán según el nivel de competencia y dedicación, tomando como referencia la renta per cápita de la Comunidad». Habrá que esperar, al menos hasta el viernes, qué dirección toman las demandas de Villares.

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