La coordinadora de la DGT en Galicia, Victoria Gómez Dobarro, en el centro de pantallas de La Coruña
La coordinadora de la DGT en Galicia, Victoria Gómez Dobarro, en el centro de pantallas de La Coruña - IAGO LÓPEZ
ENTREVISTA | COORDINADORA DE LA DGT EN GALICIA

Victoria Gómez Dobarro: «Detectamos entre 8 y 10 conductores al mes en sentido contrario»

Las distracciones al volante, el alcohol, las drogas y la velocidad están detrás de la mayoría de muertes en carretera. Pero en el caso gallego preocupa también la edad de los conductores y el mal tiempo

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María Victoria Gómez Dobarro (Pontevedra, 1968) ocupa el sillón de coordinadora de la Dirección General de Tráfico en Galicia desde verano del 2013. Su trabajo desde entonces consiste en velar por la seguridad de los conductores en una Comunidad donde, reconoce, «ya conducimos mejor que nuestros padres». Pero queda mucho por hacer hasta a la utópica estadística de muertes cero en carretera, y Dobarro lo sabe. En su cabeza archiva decenas de datos y estadísticas sobre el tráfico, y es difícil que alguno se le despiste.

«El balance del año pasado fue malo, pero recordemos que en el año 2000 había 300 muertos»

—Arranca el año con una estadística a remontar, la de que Galicia fue en 2016 la segunda comunidad donde más se dispararon las muertes en carretera, nada menos que 107 fallecidos...

—El balance fue peor que otros años, no hay duda, pero si echamos la vista atrás hasta el año 2000 recordaremos que en Galicia morían 300 personas cada año. Ese paulatino descenso ha sido fruto de una buena respuesta por parte de la sociedad. Estos tres o cuatro últimos años ha variado con picos, pero siempre en el entorno de los cien fallecidos. Confiamos en retornar al descenso.

—¿Cuál es el reto para este año?

—Entramos en una legislatura nueva con una actividad legal por desarrollar. Hay que darle un nuevo impulso al carnet por puntos, al reglamento general de circulación, hay que trabajar el trípode que recomienda la UE de control de la velocidad, uso de los sistemas de seguridad y alcohol y drogas y realizar todas la campañas posibles. También haremos hincapié en la formación vial de conductores y la atención a víctimas.

—¿Valoran modificaciones en cuanto al permiso por puntos?

—El pasado julio cumplió diez años y lógicamente después de una década hay cosas que detectamos en cuanto a accidentalidad. Están aumentando los siniestros por distracciones y por pérdidas de atención, sobre todo por el uso del móvil. El 36 por ciento de los accidentes mortales tuvo que ver con la desatención al volante y eso hay que contemplarlo, por ejemplo.

—Galicia cuenta con una orografía, un clima y una dispersión poblacional que complican mucho la conducción...

—Así es, y nos condiciona en accidentes muy específicos. Cada verano hay un repunte de los accidentes de motocicleta que no tenemos en otra época del año, y muy concretamente en la provincia de Pontevedra por su entorno paisajístico. En La Coruña, y durante los meses de menos luz, se sufren con mayor intensidad los atropellos de peatones. Todo esto es debido a esas características particulares que debemos tener presentes.

«Las distracciones están detrás del 36 por ciento de los accidentes con víctimas mortales»

—Se refiere al peligro de las distracciones, pero ¿alcohol y drogas siguen siendo su principal caballo de batalla?

—Sí, sin duda. Sobre todo porque se está trabajando en ello desde hace mucho. No creo que haya alguien que no sepa de esta prohibición y, con todo, las cifras siguen siendo muy elevadas. Se hacen controles masivos, se invita a la Policía Local a que los hagan en su entorno... Y el dato mejora, pero no a un paso tan elevado como nos gustaría.

—Se ha hablado mucho en los últimos tiempos de la antigüedad de los parques móviles. ¿Tenemos en Galicia un problema con la edad de nuestros coches?

—Más o menos nos movemos en la media. Lo que sabemos del 2016 es que los coches implicados en siniestros mortales tenían en torno a 13 o 14 años, que es una cifra un poco elevada. Efectivamente los vehículos modernos incorporan más sistemas de seguridad pasiva, porque los avances tecnológicos en este sentido han sido espectaculares, pero también es verdad que quien mantiene correctamente su vehículo (frenos, suspensión, iluminación) no tiene que contar con ese agravante a la hora de tener un accidente.

—Cada poco tiempo conocemos un nuevo caso de conductores, generalmente de edad avanzada, que entran en sentido contrario por las autovías. ¿Preocupa este tema en la DGT?

—Preocupa en toda España por el envejecimiento de la población y en el caso de Galicia sobre todo en las provincias de Lugo y Orense. Esa una tendencia que existe. Conducciones de vehículos en sentido contrario estamos teniendo entre unas 8 y 10 al mes. La mayoría de ellas se corrigen porque uno se percata y ya no accede al tronco de la autopista, pero en otros casos se hace una conducción de varios kilómetros. Afortunadamente se suelen neutralizar porque los conductores alertan.

«La edad media de los tractores que se usan aquí ronda los 25 años»

—¿Tiene algo que ver los exámenes psicotécnicos a los que se someten los mayores?¿Son todo lo rigurosos que debieran?

—Como en todos los sectores, depende del profesional. Pero hay que tener en cuenta que los centros no tienen toda la información precisa para hacer una valoración porque se les oculta. Hay gente que tiene una medicación o una enfermedad crónica y no se lo cuenta al centro de reconocimiento. Hay que trabajar para que esa información sea más completa y hacer un permiso a la carta. Que esa persona, en función de sus limitaciones, tenga un carnet adaptado a conducir, por ejemplo, en un determinado radio de acción.

—Otra de las lacras en nuestra Comunidad son las muertes en vuelcos de tractores. ¿Es una cuestión de exceso de confianza?

—Llevamos dos años con campañas informativas porque el parque está muy envejecido, en torno a los 25 años. Tienen que pasar un examen Y controles que a veces evitan. Tratamos de suplirlo con información.

«Una buena iluminación es fundamental contra los atropellos en el rural»

—También se han reforzado las campañas en los peatones. Hay un problema de atropellos en el rural...

—En 2016 hubo 17 fallecidos. Se siguen repartiendo chalecos cuando alguien va caminando sin él. El problema es que en muchos casos la carretera es la calle de estos mayores y la cruzan decenas de veces al día. Por eso es fundamental la iluminación, que es lo más favorece la seguridad en los desplazamientos. También es importante que no haya mobiliario urbano, que los contenedores no oculten a la persona.

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